Agotada, pero muy feliz. Así ha llegado Tita Llorens esta tarde a Eivissa después de completar los 100 kilómetros de la travesía que había iniciado el jueves en Xàbia (Alicante). Una gesta que ha hecho sin neopreno y que le ha permitido entrar en la historia de la natación.
Llorens, tras un buen arranque y buenas condiciones del mar, ha logrado superar los primeros kilómetros a buen ritmo. En el ecuador de la travesía se encontraba muy animada, pero empezó a caer la noche.
Eso ha complicado la gesta. Olas de más de medio metro y el cansancio acumulado han castigado a la ciutadellenca. El ritmo de brazadas ha sido inferior, pero regular.
Pero eso no ha sido obstáculo para la nadadora, que sabía que el reto estaba más cerca y seguía rumbo a Cala Codolar, lugar de llegada tras el desvío por las corrientes que le han obligado a recorrer 10 kilómetros de más.
Más de 35 horas en el agua que estaban cerca de tener un final feliz. Y así ha sido. Pero antes ha tenido que sufrir de nuevo. Sobre las 17.00 horas y a cerca de 8 kilómetros el viento ha cambiado, ha subido el oleaje y le ha obligado a desviarse a Platges des Compte. Llorens ha tocado tierra pasadas las 19.00 horas y ha hecho historia.
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