El 66% de los encuestados considera que el número de visitantes ha sido muy similar al 2017 frente al 20% que cree que ha habido un aumento. Estos índices se diferencian bastante de la percepción que se tuvo en la temporada alta del año pasado, en la que un 70% opinaba que habíaaumentado el número de turistas.
GADESO explica que los motivos son, fundamentalmente, la aparición de nuevos productos turísticos, como el alquiler vacacional, y la recuperación de los destinos competidores del Mediterráneo, que ha provocado una desviación de las reservas hacia aquellos lugares. En menor medida, el incremento en la cuantía del impuesto turístico.
Los lugares donde se concentra la mayor percepción de masificación son muy similares a los de la temporada alta de 2017: las playas y sus accesos, así como las carreteras y aparcamientos. “Comienza a tomar fuerza la percepción de un uso excesivo de nuestros recursos básicos (agua, energía, exceso de residuos …). En definitiva lo que se denomina carga humana sobre el territorio que llega a más de dos millones de personas de manera simultánea (residentes y turistas), lo que resulta absolutamente inviable, no sólo para mantener un producto turístico de calidad sino también para mantener el bienestar de la ciudadanía autóctona”, según GADESO.
A pesar de que no se haya producido, esta temporada alta, un aumento de turistas significativo, se ha incrementado el porcentaje de ciudadanos (64%), frente al año 2017 (60%), que consideran que hay que poner límites al número de visitantes en temporada alta.
Para GADESO los motivos son claros: es insostenible asumir un número tan elevado de turistas (40%), además de que se ha demostrado que más turistas no significa, automáticamente, más riqueza ni más bienestar.
El 36% de los encuestados está radicalmente en contra de limitar el número de turistas, frente al 40% que manifestaban el mismo año 2017. Los motivos aducidos son: hay que adaptar nuestras estructuras a la demanda (24%). En segundo lugar se sitúa la creencia de que este incremento de turistas es una situación coyuntural que s’autorregularà (12%), haciendo referencia, fundamentalmente, al número de visitantes “dejados” debido de la crisis a otros destinos de nuestro entorno y que esta temporada ya han sido rescatados como consecuencia de la mejora de la situación.