Consumo registró el año pasado más de 8.700 reclamaciones en Baleares, 757 desde Menorca, e impuso sanciones por 1,7 millones de euros. Los sectores que generaron más reclamaciones fueron el de telefonía e Internet (2.181), el de transporte aéreo (1.657) y los servicios de ocio (633).
La Memoria de la Dirección General de Consumo de 2018 apunta que 6.858 de las reclamaciones se produjeron en Mallorca, y 1.142, en Ibiza y Formentera. Además ha aumentado notablemente las reclamaciones por vía telemática, que han pasado de 855 en 2017, cuando se puso en marcha un sistema más ágil y sin necesidad de DNI electrónico, a 1.732 el año pasado.
La Dirección General de Consumo impuso sanciones por importe de más de un millón setecientos noventa mil euros (1.790.061 euros), 448.435 más que en 2017, cuando se sancionó por valor de 1.341. 626 euros. Hay que destacar que en 2018 Consumo impuso la multa más elevada de la historia de las Islas Baleares y fue a la compañía Iberia para aplicar la cláusula abusiva no show . Por este motivo se le impuso una sanción de 448.000 euros.
El director general, Francesc Dalmau, ha resaltado que, nuevamente, la parte más significativa de las sanciones (1.327.650 euros) deriva de reclamaciones de consumidores, y el resto (462.410 euros) fue el resultado de las inspecciones.
La Memoria de la Dirección General de Consumo también muestra que el año pasado la Junta Arbitral de Consumo recibió 1.705 solicitudes de arbitraje de los consumidores, un número muy superior a las 1.123 solicitudes de 2017. De estas 1.313 fueron de telefonía móvil, 47 de tiendas de muebles y 43 de servicios de correos. Se resolvieron 1.162 casos, 444 por la mediación de la Junta y 718 por laudo de los árbitros de consumo.
El número de empresas de las Islas Baleares sometidas al sistema arbitral en fecha 31 de diciembre de 2018 era de 1.264, 46 de las cuales se adhirieron el año pasado.
Servicio de Inspección de Consumo
El Servicio de Inspección de Consumo llevó a cabo en 2018 un total de 2.938 actuaciones de inspección; decretó 145 medidas cautelares y inmovilizó porque eran peligrosas 81.875 unidades de productos. De estas, el volumen más importante de inmovilizaciones fueron los 31.142 productos industriales, los 17.078 juguetes y las 16.758 unidades de Squishy y slime .
La Inspección de Consumo también notificó 31 alertas a la Red europea de alertas de productos peligrosos, el doble que en 2017. Gran parte de las alertas (19) correspondieron a juguetes.