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1.700 baleares no buscan empleo para cuidar a personas dependientes

La mayoría de estos cuidadores son mujeres que posponen su carrera laboral

Dependientes.
Dependientes.
Las necesidades de las personas dependientes obliga a dejar el trabajo a muchos profesionales del archipiélago.

Unos 1.700 profesionales de Baleares no trabajan ni buscan empleo porque cuidan a personas dependientes o con discapacidad en las Islas y, de ellos, la mayoría –un 55 por ciento– toma la decisión de retirarse del mercado laboral por motivos económicos, ya que su sueldo no cubre “los servicios profesionales adecuados para el cuidado de su familiar”.

Así lo revela un informe sobre informe ‘Discapacidad y Familia’ de la Fundación Adecco, con la colaboración de Previsora Bilbaína y Cidetec, donde también se añade que un 78 por ciento de las familias con personas con discapacidad declara algún tipo de dificultad para llegar a fin de mes.

Concretamente, un 31 por ciento manifiesta encontrar “grandes dificultades”, seguido de un 19 por ciento que afirma tener “dificultad” y, finalmente, un 28 por ciento que alega “ciertas dificultades” económicas para terminar su mes.

Por lo que respecta al perfil, se observa que la gran mayoría son mujeres, un 94 por ciento, y que la mayor parte supera los 45 años, un 40 por ciento. Concretamente, un 21 por ciento tiene entre 45 y 54 años y un 19 por ciento supera los 55 años.

“Las mujeres mayores de 45 años son las que más dificultades encuentran en su acceso al empleo y en el mantenimiento del mismo; por lo tanto, son las primeras que deciden retirarse del mercado cuando la situación familiar lo requiere”, ha señalado el director general de la Fundación Adecco, Francisco Mesonero.

Hasta marzo, se contabilizan en Baleares 17.892 personas que reciben 22.876 prestaciones para personas dependientes establecidas por la Ley de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación dependencia, que introduce la figura del cuidador familiar.

En este sentido, si se acreditan los requisitos necesarios, un miembro de la familia puede hacerse cargo de la persona dependiente y recibir con ello una prestación.

“El reto es profesionalizar la ocupación del cuidador familiar, dotándole de recursos y conocimientos específicos que revaloricen su candidatura si el día de mañana decide volver al mercado”, ha destacado Mesonero.

La Fundación Adecco ha encuestado a 500 personas que conviven con un familiar con discapacidad, un 55 por ciento se encuentra trabajando y el 92 por ciento de ellos encuentra dificultades para compaginar su vida personal y profesional, “muy por encima del 66 por ciento registrado entre la población general”.


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