El Consell de Govern ha autorizado esta mañana a la Agencia Balear del Agua y la Calidad Ambiental (ABAQUA) a aprobar el expediente de gasto correspondiente a la contratación del servicio de acondicionamiento, retirada, transporte y disposición final de los lodos acumulados en las lagunas de la estación depuradora de aguas residuales (EDAR) de Ferreries. El gasto máximo autorizado es de 2.359.500,00 euros, comporta un incremento del 18,18 % del presupuesto del servicio anteriormente licitado, que fue declarado desierto una vez que se agotó el plazo de presentación de ofertas sin que se presentara ninguna. El plazo de ejecución será de doce meses.
En 1987, el Ayuntamiento de Ferreries promovió la construcción de la primera EDAR de Ferreries, consistente en un sistema de lagunaje natural de dos líneas de tratamiento, con un total de cinco lagunas y una superficie de unos 26.010 m2. El propio Ayuntamiento gestionó la depuradora hasta el 31 de diciembre de 2005. La titularidad de la gestión pasó a ABAQUA el 1 de enero de 2006.
Durante 2007 se produjo un importante movimiento de la vertiente de la montaña que afectó a las lagunas 1A y 1B, lo que hizo recomendable replantear la solución inicialmente proyectada para remodelar la EDAR. El 22 de octubre de 2007, el Ayuntamiento manifestó su conformidad con un cambio de ubicación de la EDAR y con la formalización de un nuevo convenio de colaboración.
Las obras de construcción de la nueva EDAR de Ferreries se iniciaron el 14 de enero de 2014. La práctica totalidad de las nuevas instalaciones se proyectaron en la zona ocupada por la laguna 2B.
El mes de marzo de 2014, de acuerdo con lo que se preveía en el proyecto de la nueva EDAR, se llevó a cabo una campaña de toma de muestras de los lodos de las lagunas para confirmar la viabilidad de la valorización agrícola. Los resultados de los ensayos de esta campaña pusieron de manifiesto la presencia de metales pesados por encima de los valores legalmente admisibles. En concreto, el GOB Menorca señaló que la depuradora acogía más de 8.700 toneladas de lodos contaminantes.
En un primer momento, se optó por deshidratar, pretratar y depositar los lodos en el mismo emplazamiento de la EDAR. Ante la negativa del Ayuntamiento, en marzo de 2017 la Conselleria de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca, el Consell de Menorca y el consistorio acordaron trasladar los lodos fuera de la isla.