El pabellón deportivo del instituto Pasqual Calbó de Maó no para de dar problemas. En junio se terminaron las obras de mejora que debían solucionar los fallos detectados durante los últimos cuatro años. Estos trabajos obligaron al grupo de rítmica que agrupa 60 chicas a entrenar hasta en ocho pabellones diferentes el pasado curso.
Cuando este septiembre volvieron al polideportivo de Pasqual Calbó lo hicieron con la ilusión de tener solucionado el tema de la instalación. La realidad ha sido muy distinta. El suelo se ha bufado en numerosos sitios lo que hace que las deportistas tropiecen durante sus entrenos.
Todo ello ha obligado a Educació a retomar las obras en el polideportivo, justo al inicio de las clases. Han anunciado que estos arreglos estarán listos este viernes, pero desde el grupo de rítmica ponen en duda que en tan poco tiempo se pueda solucionar definitivamente esta cuestión y creen que sólo será una “chapuza” más en todo este asunto.
Además de los problemas en el suelo, con las fuertes lluvias también han vuelto las goteras, aseguran.
Por ahora las deportistas entrenan en el polideportivo del próximo Cap de Llevant.