Paso a paso se avanza con un proyecto que responde a, por un lado, reconvertir los usos de los antiguos cuarteles militares de Santiago y, en según término, dar una mayor oferta de plazas para atención geriátrica en el levante insular.
El visto bueno por parte de la administración balear va a permitir desencallar las inversiones para que se avance en la siguiente fase. De manera similar se ha procedido respecto a la futura Escuela de Adultos, que también estará en la misma zona de los antiguos edificios militares. El cartel anuncia con poco acierto que “se está construyendo” cuando lo cierto es que se ha generado muy poco movimiento en los últimos meses.
Una próxima reunión va a formalizar un nuevo paso en esta obra de remodelación de las antiguas instalaciones militares de la que toman parte varias administraciones.
El anuncio de dar a Maó un nuevo espacio para la atención a las personas mayores responde a la necesidad de dar una mejor calidad de vida a muchas personas que en el ocaso de sus vidas precisan un poco de ayuda para vivir mejor.