Aunque no hay restricciones para los viajes ni al comercio internacional con las zonas de riesgo se pide que los viajeros apliquen el criterio de precaución y viajen a las zonas mencionadas sólo si es imprescindible.
Para las personas que tienen que viajar a una zona de riesgo por coronavirus, se recomienda:
Evitar el contacto cercano (mantener al menos un metro de distancia) con personas que puedan sufrir infecciones respiratorias agudas, presenten tos, estornudos o expectoración. No compartir las pertenencias personales.
Mantener una buena higiene personal: lavado frecuente de manos, especialmente después del contacto directo con personas enfermas o su entorno.
Evitar el contacto cercano con animales vivos o muertos, domésticos o salvajes y sus secreciones y excrementos, en mercados y granjas.
Evitar el consumo de productos de origen animal poco cocinados o crudos.
Los viajeros mayores y los que presenten problemas de salud subyacentes tienen el riesgo de contraer una enfermedad más grave; por tal motivo, deberían evaluar el riesgo de su viaje con un profesional del Centro de Vacunación Internacional (Sanidad Exterior).
Si durante la estancia presenta síntomas compatibles con una infección respiratoria aguda, fiebre, tos o sensación de falta de aire, deberá contactar con las autoridades sanitarias locales y seguir las recomendaciones.
Para las personas procedentes de una zona de riesgo por coronavirus:
Si tiene un buen estado de salud puede realizar vida normal (familiar, laboral, ocio y escolar).
Vigilar el estado de salud durante los 14 días siguientes.
Si presenta algunos de los síntomas (compatibles con una infección respiratoria aguda, fiebre, tos o sensación de falta de aire) deberá:
Llamar al 061 Salud Responde.
Permanecer en su casa.
Evitar el contacto directo con otras personas.