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Más de 50 años de JPP Fusteria en Es Castell

El antaño pequeño taller es un rentable negocio familiar

Tradición y eficiencia.
Tradición y eficiencia.
JPP Fusteria aúna en su taller el saber de una larga experiencia y la eficiencia de quien sabe trabajar la madera (Foto: PHILIPPE RUAUDEL/PIXABAY)

La carpintería no es solamente una de las actividades más antiguas del mundo sino que también, un negocio que -de saber manejarlo- puede resultar rentable. Este es el caso de JPP Fusteria SL, que pasó de ser un pequeño taller de carpintería en el centro de Es Castell para convertirse en todo un negocio familiar.

Según el fundador, José Pons Pons, ya son cincuenta años de actividad y servicio a la comunidad. Su taller actual se encuentra en el polígono industrial del municipio del lugar, y ocupa 1.400 metros cuadrados de nave. El negocio, que es dirigido por sus cuatro hijos, facturó 600 mil euros en el 2018. Asimismo, tienen nueve personas trabajando con ellos.

pero la historia se remonta a 1968 cuando Pons, de tan solo 19 años, tomó la decisión de abrir una modesta carpintería. Lo que él en realidad tenía planeado era dedicarse a la mecánica, pero al iniciar sus prácticas en un taller de carpintería lo motivó a abrir la suya propia.

Aunque actualmente es común encontrar innovadoras herramientas en los talleres de carpintería como los serruchos de costillas, máquinas acopladoras, taladros de hasta 850 W, pistolas de clavos e, incluso, fresadoras de madera que alcanzan los 2200 W; Joan Pons manifestó haber iniciado su negocio con unas cuantas puntas, tornillos y bisagras. Estas herramientas las adquirió en una ferretería de Alaior, la cual le solicitó que ampliara su pedido, debido a que con aquella cantidad tan pequeña de material no iría muy lejos. 

A este inicio de aventura, que Pons le gusta recordar cómo largas horas de arduo trabajo de día y madrugada, agradece que nunca le faltaron encargos por realizar. A eso se suma que durante los años setenta y ochenta, cada vez tuvo más clientes satisfechos con su trabajo gracias a recomendaciones, por lo que pudo avanzar y crecer en su negocio. Ya era todo un empresario.

Ya en 1994, luego de 25 años de dedicarse exclusivamente a la madera, decidió abrir una sección de aluminio, y en 2002 se ampliaron al dedicarse también al PVC. Todos estos cambios en la empresa de Pons hicieron que en  2010 se conviertan en la primera empresa de Balears especialistas en la hechura de madera, aluminio y PVC.

Hoy en día es una de las empresas más exitosa de Menorca, y posee más de 2 mil clientes, la mayor parte de ellos llegaron por recomendaciones. “Nos hemos dedicado fundamentalmente a trabajos de carpintería en chalets, casas unifamiliares o comercios”, precisa Pons.


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