Aunque el número de infectados en Europa Occidental se está reduciendo, Tedros ha asegurado que se están incrementando en los países de Europa del Este, África, sudeste de Asia, del Mediterráneo Oriental y de las Américas.
No obstante, en una rueda de prensa el director general de la OMS ha comentado que dentro de los propios países la incidencia del coronavirus es diferente en cada región, por lo que ha subrayado la importancia de adoptar medidas personalizadas a cada territorio, señalando que el impacto de la pandemia va “mucho más allá” del número de personas contagiadas y fallecidas.
En este sentido, y tras destacar la importancia de proteger a los profesionales sanitarios, Tedros ha subrayado la importancia de priorizar el diagnóstico del coronavirus y la atención a las personas que están en mayor riesgo de contraerlo, asegurando que no se podrá acabar con la pandemia si no se abordan las desigualdades que está provocando.
Dicho esto, el director general de la OMS ha insistido en que para que los países puedan iniciar una desescalada de las medidas implantadas para frenar el virus deben garantizar que hay una vigilancia “firme” de los casos y que la transmisión está controlada; los sistemas sanitarios deben ser capaces de detectar, aislar, probar, tratar y rastrear todos los contactos de un caso confirmado; y que los riesgos de un posible rebrote se pueden reducir “al mínimo” en hospitales y residencias.
También, prosigue, los países deben asegurarse de que cuentan con medidas preventivas en lugares de trabajo y escuelas; que pueden gestionar los riesgos de importación del virus; y que la ciudadanía está completamente involucrada e informada sobre la lucha contra el Covid-19.