Oímos frecuentemente que conviene que aumentemos el consumo de pescado. Quizás deberían decir cualquier producto que venga del mar porque en la inmensidad del océano hay muchos más recursos y la mayoría desconocidos.
En la milenaria cultura asiática han incorporado elementos que apenas ahora empezamos a adoptar en occidente, como las algas. Destacamos solo cinco aunque realmente hay muchas más que aportan a la nutrición elementos destacados como vitaminas y minerales, clorofila, elementos que ayudan al tráfico intestinal, también aportan fenilalanina.
Este aminoácido reduce el apetito y favorece la aceleración del metabolismo, por lo que son ideales para dietas de adelgazamiento. Las algas marinas contienen una fibra que estimula el sistema digestivo y promueve la eliminación de grasa del organismo. Y también aportan ácido algínico que permite la eliminación natural de toxinas y metales pesados fuera de nuestro organismo.
Por su sabor, el alga wakame es la más indicada para iniciarse en el mundo de las algas comestibles. Una vez rehidratada, su color verde brillante recuerda a las espinacas cocidas. Luego está Agar-agar. Pese a su repetitivo y extraño nombre no hay que despreciar este extracto obtenido de diversos tipos de algas rojas. Debido a su capacidad de absorber agua, se utiliza en la cocina para espesar y gelificar alimentos dulces o salados, sin añadirles ningún sabor. En las etiquetas aparece como aditivo E-406.
Si añades una hoja de kombu a los platos de legumbres ahorrarás minutos de cocción, ya que ablanda las fibras de estos alimentos y los hace más fáciles de digerir. Se le conoce por ser un gran potenciador del sabor.
El alga nori es el producto más importante de la agricultura de Oriente. Para que te hagas una idea; sólo en Japón se producen y se consumen una media de 10 billones de hojas. Cuando se seca y se prensa recuerda a hojas de papel negro, que son mayoritariamente utilizadas para envolver su preciado manjar, el sushi. Aunque también se utilizan para aderezar ensaladas, platos de arroz, pastas, sopas y más.
Otra es la espirulina. Esta minúscula alga azulada es la reina de las proteínas, ya que puede superar en cantidad a las que contienen los huevos, la carne o el pescado. Además, es muy rica en vitamina B12, provitamina A y vitamina E (hasta tres veces más que el germen de trigo), y aporta tanto calcio y fósforo como algunos lácteos.
