No podemos vivir encerrados en una burbuja y a la sombra. Nuestro cuerpo necesita la luz del sol. Por muchos y diferentes motivos. Desde que apareciera el agujero en la capa de ozono hace unas décadas, las precauciones de cómo tomar el sol se han extremado puesto que también puede llegar a ser muy perjudicial. De nuevo, el secreto está en el equilibrio. Pero, ¿de qué forma podemos saber si nos excedemos o no?
En las farmacias nos pueden guiar. Cada persona tiene un tipo de piel. La pigmentación establece nuestra capacidad de protegernos mejor de los rayos solares y, así, también podemos conocer el grado de protección que debemos pedir a nuestra crema solar.
La vitamina D es fundamental para nuestro organismo pero no se sintetiza en nuestro cuerpo a menos que nos expongamos a la luz solar (no es preciso que sea directamente ni a las horas de más insolación). Bastan 15 minutos para conseguir el efecto deseado de convertir la vitamina D, que hay en alimentos como pescados grasos, champiñones y otras setas, carnes, leche, huevos o mantequilla, en un elemento básico para que funcione bien nuestro cuerpo.
El sol también nos afecta positivamente al estado anímico.
La lista de efectos perniciosos es mayor; las quemaduras solares por una excesiva exposición solar están a la orden del día al comienzo de cada verano. Las recomendaciones siguen siendo claras: evítense las horas de mayor exposición al sol, utilícense ropas ligeras de manga larga y sombreros, hidrátense de manera frecuente, utilicen gafas de sol homologadas y aplíquense cremas de protección solar antes de exponerse.
Cada año aumenta el número de enfermedades de la piel puesto que las hay que afectan en el corto plazo pero como nuestra piel tiene memoria, se padecen enfermedades que surgen de la acumulación de malas praxis. Así, el cáncer de piel o el envejecimiento prematuro de la piel están aumentando. Al ser la piel un órgano fundamental en la regulación de la temperatura corporal, hay consecuencias para la salud derivadas de tomar el sol de manera imprudente.