“Después de 91 años, este tren ha llegado a su última estación: la jubilación”. Con este emotivo mensaje anuncia su cierre la histórica tienda “Philips” del centro de Maó, gestionada por los hermanos Estrada.
Un mítico local que durante décadas se ha convertido en un icono del corazón de la ciudad y que se despedirá el próximo 22 de agosto.
Fundada en 1929, la tienda ha vivido dos etapas. La segunda de ellas, le llevó hasta s’Arravaleta. La marca “Philips” había llegado a España en 1926 y Menorca ya disponía de un establecimiento en el que poder adquirir receptores de radio.
“Hemos vivido todas las transiciones; desde el transistor, hasta la llegada de la televisión, la posterior televisión en color, y hasta ahora”, recuerda Joan Estrada.
“La tienda la creó mi abuelo y mi padre se incorporó a trabajar con él en el año 47. Mi hermano Domingo ha trabajado 50 años allí como técnico de reparaciones, y yo entré a trabajar en 1978”.
Joan Estrada destaca que “no hemos cerrado nunca, ni por vacaciones”. “La tienda ha vivido la Guerra Civil, la posguerra… Notamos mucho el cambio tecnológico en los 90, que fue una locura. Luego los hábitos, con la llegada de internet, empezaron a cambiar”.
Los propietarios echan el cierre después de años y años de trabajo porque “ya nos ha llegado la hora. Por una parte estamos contentos porque hemos estado toda una vida allí. Por otra, tristes por cerrar y dejar a los compañeros de comercio de la zona y por los clientes”.
Joan explica que “siempre hemos tratado de dar una atención personalizada. Para nosotros el cliente siempre ha sido lo primero”.
El cierre de “Philips” se une al de Fortuny, también en el centro de Maó, dejando dos espacios difíciles de llenar. Bajan la persiana dejando a la ciudad sin dos de sus referentes en el pequeño comercio.