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Buscando el primer capítulo de la historia de Menorca

Las excavaciones que se practican en Torre d'en Galmés buscan pistas del origen de los primeros poblados talayóticos

Recreación de una vivienda talayótica
Recreación de una vivienda talayótica
Torre d'en Galmés tiene aún secretos por desvelar

Cavar más profundo es como ir más atrás en el tiempo. Las últimas campañas que se han llevado a cabo las pasadas semanas han recogido sobre todo mucha piedra del relleno de lo que parece una vivienda colindante de uno de los tres talayots del complejo.

Treinta sacas grandes de piedra han despejado la zona lo suficiente para descubrir otros substratos terrosos que dan la idea de que van por buen camino. En este paciente trabajo no solo se buscan referencias de restos de cerámica o materiales de uso cotidiano, también analizan semillas e incluso hojas que pudieran formar parte de la vida cotidiana de las civilizaciones más antiguas de Menorca, remontándonos a unos 3.000 años atrás (1.500 años a de C).

El arqueólogo Borja Corral apunta que lo que diferencia el talayótico inicial y los posteriores es que en un primer momento no había elementos del cruce de otras sociedades, navegantes y comerciantes, que dejaran su testimonio o influencia en los isleños.

Buscando la pista de las zonas más antiguas (y enterradas más profundo) de Torre d’en Galmés se espera tener un contrapunto diferente a otros trabajos de excavación que se han hecho en los últimos años. Desde los círculos de las viviendas de la parte sur hasta desvelar los restos de las murallas del poblado o lo que apareciera en la cisterna excavada en el suelo; todo son trabajos que arrojan pistas de un periodo más avanzado en la línea del tiempo. Ahora, como explica Corral, se aspira a encontrar algo anterior.
De los restos que se han ido recopilando en el vaciado de la vivienda adherida al talayot, ahora queda trabajo en el laboratorio. Tras centrar la última campaña en tres escasas semanas y con la ayuda de voluntarios, estudiantes de varias universidades y el equipo habitual de excavaciones en Torre d’en Galmés, ahora ya se está esperando la siguiente oportunidad para desenterrar el primer capítulo de la historia de la población de Menorca.


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