La exposición temporal “In Covid. Senti(r)ments” ya se puede visitar en el Museo Menorca donde se se muestran parte de las obras realizadas en los talleres artísticos ofrecidos a los usuarios de los centros de estancias diurnas del Servicio de Atención a la Salud Mental de la isla. Estos cursos han sido guiados por la licenciada en Bellas Artes, Silvia Soler Vilà, y se realizaron durante el post confinamiento causado por la pandemia.
Con motivo de la celebración del Día mundial de la Salud Mental el Consell de Menorca ha promovido esta muestra que es el resultado “de un visionado aleatorio de recortes de revistas actuales, de libros de arte, catálogos … que, seleccionados y escogidos personalmente, les han proyectado a asociar sentimientos y emociones vividas en el confinamiento y así poder plasmarlas con libertad. Los temas escogidos al azar muestran paisajes reales e imaginarios, interiores, retratos, bodegones, animales, situaciones sociales …”
El objetivo de esta exposición es sensibilizar e involucrar a la sociedad menorquina en el trabajo que hay detrás de las instituciones de Salud Mental. Por otra parte, también se pretende mostrar que existen emociones compartidas en todas las personas, sean cuales sean sus particularidades, a través de las cuales nos podemos reflejar en sensaciones y sentimientos, sin ninguna frontera y en igualdad de condiciones.
Estos talleres y otros anteriores, como el que con gran éxito se expuso en la Galería Xec Coll comisariado por Asun Claro, han partido del convencimiento de que “todos llevamos un potencial creativo y que, mediante la motivación tanto interna como externa, somos capaces de hacer aflorar y profundizar en la experiencia artística”.
La expresión artística como terapia
El déficit asociado a determinadas patologías en el funcionamiento psicosocial provoca dificultades añadidas en muchas situaciones de la vida personal, social y laboral. Las barreras sociales como el rechazo o el estigma, sitúan a los usuarios del Servicio de Atención a la Salud Mental en una posición de desventaja social que hay que combatir con urgencia, toda vez la integración sociocomunitaria es fundamental para la recuperación de su autoconfianza y, por tanto, de su autonomía.
La expresión artística como estrategia rehabilitadora psicosocial en salud mental contempla numerosos beneficios para las personas que conviven con un trastorno mental. Además, al ser un acto voluntario, fomenta la autonomía de las personas y la capacidad para producir pensamientos positivos hacia la vida, los cuales están asociados a actividades creativas, constructivas y rehabilitadoras.