El acto inicial de la Semana del Llibre en Català ha dejado un poso para la reflexión con la mesa redonda que han compartido Fátima Anglada, Raquel de Manuel y Paola Cibin. El planteamiento de crear un campus de lectura juvenil ahonda en los beneficios de los clubs de lectura.
Otros ejemplos ya han marcado el camino con la creación de una comunidad de lectores que se reúna regularmente para disfrutar de los placeres de la literatura. Las citas se celebran en ocasiones junto a los autores de las lecturas propuestas para poder establecer un diálogo fructífero entre autor y lector, compartiendo reflexiones en torno al proceso de escritura y su recepción literaria.
Es bien sabido que el acto de leer es tan importante, que no solo proporciona información (instrucción) sino que también forma (educa), creando hábitos de reflexión, análisis, esfuerzo, concentración… y recrea, hace gozar, entretiene y distrae… Los expertos han insistido en que una persona con hábito de lectura posee autonomía cognitiva, es decir, está preparada para aprender por sí misma durante toda la vida.
En esta época de cambios vertiginosos en la cual los conocimientos envejecen con rapidez, es fundamental tener un hábito lector que nos garantice tener conocimientos frescos, actualizados, pues ello nos vuelve laboral y académicamente más eficientes y competentes en el campo laboral o académico. Tener una fluida comprensión lectora, poseer hábito lector, hoy en día, es algo más que tener un pasatiempo digno de elogio. Es garantizar el futuro de las generaciones que en este momento están formándose en las aulas.
La lectura ayuda al desarrollo y perfeccionamiento del lenguaje, mejora la expresión oral y escrita y hace el lenguaje más fluido, aumenta el vocabulario y mejora la redacción y ortografía. La lectura nos permite aprender cualquier materia desde física cuántica hasta matemática financiera. No hay especialidad profesional en la que no se requiera de una práctica lectora que actualice constantemente los conocimientos para hacernos más competentes día a día.
La lectura mejora las relaciones humanas, enriqueciendo los contactos personales, pues facilita el desarrollo de las habilidades sociales al mejorar la comunicación y la comprensión de otras mentalidades y al explorar el universo presentado por los diferentes autores. La lectura da facilidad para exponer el propio pensamiento y posibilita la capacidad de pensar.
La fuerza de una red de bibliotecas en Menorca, algunas de las que ya desarrollan sus propios clubs de lectura, podría ser clave para dar un paso más hacia un entorno de fomento de la lectura en el sector joven.