Esta semana hemos celebrado el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, un día en el que las Instituciones Públicas tienen que poner de manifiesto que sigue existiendo esta lacra despreciable, adoptar compromisos institucionales al respecto y dirigir un mensaje a los ciudadanos para que tengan una actitud activa ante este grave problema.
Es el momento para que, desde el Ayuntamiento, todos los partidos políticos nos manifestemos de forma unánime y sin fisuras, sobre estos compromisos institucionales y personales. Es una muy buena ocasión para que, desde la inclusión, los representantes de los ciudadanos tengamos una sola voz sobre un tema que a todos nos preocupa.
En el último Pleno del Ayuntamiento de Ciutadella el Partido Popular se vio en la amarga obligación de posicionarse en contra de una Declaración (supuestamente) Institucional para erradicar la violencia contra las mujeres.
Unos días antes del Pleno la concejal de Igualdad, Carla Gener, nos remitió una propuesta de Manifiesto, y nuestra sorpresa fue mayúscula al ver que el texto estaba plagado de expresiones de una radicalidad excluyente, frentista, en un tono ofensivo y con un lenguaje belicista, inaceptable para la inmensa mayoría de los ciudadanos. Era evidente que había sido redactado desde la óptica de un determinado partido político, Unidas Podemos.
Como portavoz del grupo del Partido Popular se lo comenté a la Alcaldesa, Joana Gomila (me confesó que no se había leído el Manifiesto) y se comprometió a trasladar nuestro desacuerdo a la concejal de Igualdad. La sorpresa volvió a ser mayúscula cuando nos dijo que el equipo de gobierno había decidido “por mayoría” (¿Qué mayoría? ¿Quién NO estuvo a favor?) mantener el texto tal cual nos lo había remitido Carla Gener.
Habría entendido perfectamente, (aunque no lo compartiese), que Unidas Podemos hiciese público este Manifiesto como partido político, que organizasen actividades, talleres o lo que quisieran, para darlo a conocer, pero que la Alcaldesa y todo el equipo de gobierno lo planteasen como una Declaración Institucional a la que, en la práctica, se nos pedía una adhesión sin posibilidad de enmienda, nos pareció un error de planteamiento, una falta de respeto a los grupos políticos de la oposición y una demostración de “no saber estar” por parte de la Alcaldesa, haciendo dejadez de sus funciones como representante institucional de todos los ciudadanos.
Lo correcto habría sido hacer una declaración a la que se pudiesen sumar diferentes sensibilidades e ideologías, que fuese la expresión y voluntad de todos los partidos políticos con representación en el Ayuntamiento y por lo tanto de la inmensa mayoría de los ciudadanos. Pero no fue así, el equipo de gobierno provocó una situación lamentable en la que nos gustaría no haber tenido que pasar. ¡Una lástima!
Por cierto, no deben estar tan de acuerdo PSM y PSOE con el Manifiesto cuando ni siquiera lo podemos encontrar en la web del Ayuntamiento. Si les parece tan adecuado y eficaz ¿Porqué no permitir que los ciudadanos lo lean?