La pandemia frenó todo y demostró que el ser humano impacta continuamente en su entorno. La naturaleza tuvo un descanso, por así decirlo, y se vio en la aproximación de fauna salvaje a los espacios antes ocupados por los movimientos humanos, así como la flora indómita que ocupó los escenarios que durante los espacios de confinamiento quedaron libres de la acción de la mano del hombre.
Pero el control sobre la enfermedad no debería permitir que se olvide la emergencia climática a la que está sometido el mundo entero, también Menorca. Por eso, el doctor de la UIB Pau de Vílchez Moragues, subdirector del Laboratorio Interdisciplinario sobre el Cambio Climático en Baleares, explicaba esta pasada semana en una entrevista en Radio Menorca, que se había desarrollado un plan específico para fomentar la participación en las diferentes islas. Decía De Vílchez que aún existe polarización política que no ayuda a avanzar a poner coto al cambio climático de una manera más efectiva.
Las asambleas ciudadanas son fórmulas que sirven para que se conozca la realidad actualizada del cambio climático y para que se tomen decisiones de qué acciones tomar con la ayuda de la participación de científicos. También ayudan a superar el partidismo porque generan consenso donde, según De Vílchez, se fomenta empatía ciudadana. Otro de los impactos de estas asambleas es poner en el centro del debate público el tema del cambio climático y la necesidad de plantarle cara.
En Balears ya hay una propuesta para poner en funcionamiento estas asambleas a nivel insular. Será fundamental que estas asambleas tengan a miembros de diversa procedencia de la sociedad menorquina.
El caso de Irlanda en la organización de asambleas ciudadanas es el modelo en el que se quieren reflejar en Balears. Su éxito anima a fomentar estas asambleas aquí. El criterio de quien podrá participar en estas asambleas tiene que contemplar tantos hombres como mujeres, de diferentes estratos sociales, cultura, nivel de formación e incluso de poder adquisitivo puesto que es importante que sea un fiel reflejo de la diversidad social del lugar donde se forman.