Eva Conesa es la actual directora creadora ejecutiva de la agencia de publicidad Twoelf. Este jueves estará en Lithica para participar en la mesa de debate de InnovemFestEstiu21 tras la charla de James Williams para valorar lo que es realmente importante y merece la atención de la gente así como para analizar la ética de las grandes empresas tecnológicas.
Conesa ha trabajado para promocionar y publicitar empresas y entidades como Evax P&G, BMW, Bimbo, Panasonic, Peugeot, Dewar’s, La O.N.C.E., BBVA, Tampax P&G, MACBA (Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona), Chicco España, LG, Nestlé, Iberdrola, Font Vella, Idesa Parfums, Viena Restaurants, CocaCola Company, CCCB (Centre Cultura Contemporània de Barcelona), Happy Pills, B the travel brand, World2Meet, Sàpiens publicacions, Apple, Ajuntament de Barcelona.
También ha formado parte de la junta directiva del Club de Creativos de España. Es jurado habitual en certámenes publicitarios nacionales e internacionales. Actualmente ejerce también como profesora en la Barcelona School of Creativity y es miembro activa de la plataforma Más Mujeres Creativas, que defiende la igualdad de la mujer en el entorno profesional.
.- ¿Hasta qué punto hay que controlar la ética de la tecnología?
Creo que la ética no se tiene que controlar, se tiene que trabajar con ética. La tecnología avanza cada día, veloz, y nos pone constantemente en situaciones en las que debemos decidir. ¿Cuál es el criterio para decidir? Pues abrazar la tecnología en todos sus ámbitos, con todas sus herramientas cuando esta aporta al bien común. Cuando nos ayuda, cuando nos hace reflexionar, cuando democratiza la conversación.
Desde la verdad. No cuando nos manipula. Eso, entiendo que manejando tantos datos debe ser muy tentador, pero desemboca en falta de confianza, en duda y al final en un discurso ‘hater’ que es nocivo igual que el abuso de la tecnología.
.- ¿Y la de la publicidad?
Lo esencial en publicidad hoy es la honestidad. Así que pienso que es importante que las marcas digan la verdad de lo que tienen que ofrecer o de lo que pueden aportar, o de sus valores, o de sus compromisos reales. Y claro, que lo hagan desde una manera original y creativa. Que generen esa empatía, esa emoción tan necesarias todavía.
Las marcas que funcionan son las que enamoran. Porque la falta de honestidad o ética, más pronto que tarde, las hace perder.
.- En alguna de sus entrevistas destaca la necesidad de igualdad en los puestos directivos. ¿Hasta qué punto falta ética en la dirección de empresas?
No creo que falte ética en la dirección de empresas, es una herencia cultural que por suerte está cambiando. Y no está cambiando a base de que las corporaciones apliquen lo que hoy es correctamente político, sino a base del empuje de las mujeres.
Es un cambio en positivo gracias al talento femenino, a que poco a poco vamos liquidando inseguridades, a la necesidad de cambio de las estructuras arcaicas y, muy importante, a que las jóvenes están dispuestas a hacerse escuchar.
.- ¿Cómo se puede aprovechar correctamente la tecnología para fines publicitarios?
No disparando moscas a cañonazos. Esa es una de las grandes aportaciones de la tecnología a la publicidad. Nos ha dado la posibilidad de centrar el discurso y conectar con quien pueda estar interesado en cada ocasión concreta. Hay un límite que es el interesar y en todo caso, intentar seducir, no molestar, no interferir, no utilizar tus datos sin que puedas elegir. Que gracias a las cookies un anuncio te persiga siete veces hasta que lo puedas llegar a detestar es el principio del fin de la publicidad.
.- ¿Qué mensaje quiere hacer llegar a los asistentes a InnovemFestEstiu?
Que el exceso de data nos lleva a lo efímero y ahí es donde perdemos la magia. Que la creatividad es un elemento esencial de la comunicación que aporta la posibilidad de construir en positivo y más a largo plazo. El balance entre tecnología y creatividad no puede desaparecer. No nos roboticemos. Incluso las marcas tienen que tener alma.
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