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Riesgos del turismo masivo en Menorca

El impacto de los productos solares en el mar y embotellamiento vehicular, las principales amenazas

Bañistas en Cala'n Porter (Foto: Tolo Mercadal)
Bañistas en Cala'n Porter (Foto: Tolo Mercadal)

Menorca se ha convertido en un oasis perfecto de residentes y visitantes internacionales, sobre todo ingleses y franceses. Aunque la demanda de turistas contribuye al desarrollo económico, desafortunadamente, el turismo masivo perjudica gravemente la riqueza natural del territorio, considerado Reserva de Biosfera por la Unesco.

El principal factor es el impacto de los productos solares habitualmente empleados por los bañistas para protegerse de la radiación. A nivel mundial, cada año se vierten entre 6.000 y 14.000 toneladas de crema solar en los océanos. En Menorca, la playa de Cala Galdana cada día recibe 128 kilos de protector solar esparcidos en la arena y el mar.

La mayoría de estos productos están compuestos por sustancias químicas, como oxybenzone, octocrileno y siliconas, que provocan daños a la fauna y flora marina. Por esto, algunos países desarrollan campañas de concientización y promulgan leyes que regulan el uso de estos productos, como Estados Unidos y México. Hawái es el primer estado de Estados Unidos que aprobó la prohibición de oxibenzona y octilmetoxicinamato.

Si bien en México no existe regulación del uso de cremas solares, en Riviera Maya, destino turístico que recibe 15 millones de turistas al año, realizan campañas de concientización sobre cómo la liberación de nanopartículas afecta el ecosistema marino. Incluso, famosos hoteles como el Xcaret exigen el uso de bloqueadores solares en crema o spray en formato biodegradable.

Del mismo modo, el Ajuntament de Ferreries ha puesto en marcha campañas para concienciar a los residentes y turistas del impacto que suponen estos químicos en las playas y de la importancia de utilizar cremas biodegradables que respeten el medio ambiente.

Otro factor está relacionado con la congestión o embotellamiento vehicular.  Los “accesos interislas”, así como para llegar a las playas de Macarella o Macarelleta, ocasionan una gran saturación de coches en las entradas y salidas, provocando un caos. Más de 32.600 mallorquines viajaron en julio por vía marítima a la isla vecina, según el Institut d’Estadística de les Illes Balears (Ibestat).

A pesar de que las instituciones regulan los aparcamientos, los conductores se estacionan en las carreteras y colapsan el acceso a las playas. Dichos espacios aseguran que los vehículos se estacionen adecuadamente y evitan problemas de tráfico, sin embargo, las medidas no son respetadas por los visitantes.

Para evitar la masificación de coches, los diputados de Unidas Podemos Menorca consideran fundamental la opción de restringir el acceso de vehículos a la Isla durante el verano. Todo ello para salvaguardar la infraestructura. “No podemos tener una carretera saturada por la masificación cada día”, comentaron.


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