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Te falla la vista, ¿o no lo ves?

El abuso de horas frente a las pantallas están acelerando el deterioro de la calidad visual, pero se puede evitar

Ojos cansados
Ojos cansados
Foto: Pixabay

En comparación con unas cuantas generaciones atrás, la influencia de la denominada luz azul (pantallas electrónicas) está pasando factura a la calidad visual de una gran proporción de la población. Otros factores se suman, según un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para entender porqué hay cada vez más enfermedades o problemas en la visión a nivel global.

Aquí van tres ejemplos de las posibles causas:

Miopía: El aumento del tiempo que se pasa en espacios interiores y de las actividades que implican una «visión de cerca» están provocando que un mayor número de personas padezcan miopía. El aumento del tiempo en el exterior puede reducir este riesgo.

Retinopatía diabética: cada vez son más las personas con diabetes, especialmente la diabetes de tipo 2, que puede afectar a la visión si no se detecta y trata. Casi todas las personas con diabetes padecerán alguna forma de retinopatía a lo largo de su vida. Los exámenes oftalmológicos de rutina y un buen control de la diabetes pueden proteger la visión de las personas frente a esta afección.

Detección tardía: Debido a servicios de atención oftalmológica deficientes o mal integrados, muchas personas carecen de acceso a exámenes rutinarios que pueden servir para detectar afecciones y conducir a la prestación de una atención o tratamiento preventivo adecuado.
A lo largo del día pasamos mucho tiempo (cada vez más) mirando una pantalla. Los jóvenes son los que, por término medio, pasan más tiempo delante de una y hay que vigilar la aparición de ciertos síntomas que podrían advertir que hay un problema visual.

Los siguientes son algunos signos y síntomas posibles de potenciales problemas oculares. Sin embargo, cada niño puede experimentarlos de una forma diferente. Los síntomas pueden incluir: visión borrosa, visión doble, ojos que se vuelven hacia adentro o hacia afuera y que no enfocan, enrojecimiento de los ojos, hinchazón de los ojos, ojos sensibles a la luz, lagrimeo excesivo, secreción de los ojos, frotarse los ojos de forma excesiva, problemas para leer.

Las molestias que notamos en los ojos después de estar mucho tiempo delante del ordenador o leyendo en el teléfono móvil no se deben tanto a la acción de la pantalla en sí, sino al hecho de que cuando estamos mirando estos dispositivos durante un periodo de tiempo prolongado, tendemos a parpadear con mucha menos frecuencia que cuando estamos llevando a cabo otras tareas.

Pasar muchas horas delante de las pantallas ocasiona astenopia o, lo que es lo mismo, fatiga visual. Este fenómeno, que no está relacionado con la vista cansada (presbicia), se debe a la alteración en la capacidad de acomodación que sufren los ojos cuando se ven obligados a enfocar siempre en circunstancias de visión próxima, lo que finalmente acaba mermando nuestra capacidad para enfocar rápidamente los objetos que miramos a diferentes distancias.

Si tomamos la precaución de alternar espacios cerrados con espacios abiertos, la utilización de pantallas con otros espacios de tiempo en los que no los usemos y si damos un descanso sincero a la vista para evitar forzarla a enfocar siempre a la misma distancia, ayudaremos a mantener una mejor calidad y salud visual.


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