Contar cuentos para no rendir cuentas. Ese es el GPS de muchos de los seudolíderes que actualmente ocupan el poder. No saben pero quieren hacernos creer que sus relatos ficticios sustituyen a la realidad, que siempre se impone. Como todos saben, es muy frecuente, especialmente en nuestros días, que no solo, la mayoría de los políticos sostengamos creencias en contra de toda evidencia. Eso es justamente lo que está sucediendo en la sanidad pública sanitaria de nuestra comunidad. Cualquier parecido entre las declaraciones de la administración y la realidad es mera coincidencia.
Están instalados en el relato autocomplaciente amplificado por las terminales mediáticas hasta la saciedad. Es ruido, nada más que ruido, para negar y no confrontarse con la dura realidad de los pacientes y de los profesionales. Propaganda a raudales con nula autocrítica.
No existe la saturación de los centros de la salud, ni las listas de espera, ni la saturación en urgencias, ni la carencia de médicos, ni médicos no homologados, ni el desgaste ni el hartazgo de los médicos, ni déficit de camas sociosanitarias ni de profesionales de la salud mental, ni la gran temporalidad del personal sanitario, ni los recortes en sus retribuciones, ni un complemento de insularidad bloqueado desde el 2007,ni el hacinamiento en las urgencias de Huse y Son Llatzer, ni déficits de neumólogos en Can Misses, ni agotamiento en los médicos de familia, ni deficiente planificación sanitaria tres cinco olas previas de covid, ni aumento de la violencia contra los sanitarios, ni deterioro de los servicios públicos por falta de profesionales, no faltan 800 médicos entre hospitalaria y primaria, no faltan pediatras, ni tardanza más de 2 años en resolver opes, ni enfermeras para ampliar camas de UCI, ………….
La lista es larga y los datos son demoledores.
No, no estamos en el séptimo cielo ni en la Arcadia feliz.
Ah y si me olvidaba, se está perpetrando uno de los mayores recortes que los 18.000 profesionales de la sanidad pública han sufrido: el bloqueo de la carrera profesional desde el 2007, que afecta a unos 1.300 médicos, y que les impide acceder a carrera o subir de nivel.
Esto supone una merma retributiva de 3.000 euros por médico al año. Es decir, unos 20 millones de euros en estos cinco años. Toma un mega recortazo.
Por toda esta realidad expuesta arriba, por la defensa de la calidad de los servicios públicos, porque faltan profesionales de los diferentes ámbitos que sostienen el estado del bienestar, UNISEP plataforma sindical, apolítica, ha nacido y se mantendrá hasta que no consigamos la actualización del complemento de indemnización de residencia. La respuesta del Govern y sus socios, tanto aquí o en Madrid ha sido bloquear esta iniciativa.
Es evidente que la sensibilidad y la preocupación en este importantísimo tema, mostrada por la delegada del Gobierno Aina Calvo, en la entrevista que tuvimos, no es compartida por el Govern y por la presidenta Armengol.
Ahora comprendemos los sindicatos integrantes de UNISEP: ANPE docencia), USAE, SATSE, SIMEBAL, CSIF (sanidad y administración general del estado), JUCIL y JUSAPOL ( guardia civil y policía nacional), que representamos a mas de 45.000 funcionarios de los servicio públicos, el que la Presidenta no nos haya recibido , tras una segunda petición. La conducta habla más que las palabras.
Víctimas: los más de 1.200.000 ciudadanos que vivimos aquí.
No hay relato ficción que enmiende esta dura realidad, aunque sea amplificado por tierra, mar y aire.
Sobra la sobreactuación política una vez que ya los hemos cogido en el renuncio.
Ya saben en derrota transitoria pero nunca en doma.