Estábamos en una transición energética que tenía que pasar el testigo a energías renovables frente a las contaminantes que proceden de los combustibles fósiles cuando estalló la guerra en Ucrania. Una de las consecuencias directas, con el apoyo moral de la última cumbre del clima, fue que Alemania se desconectara del gas que procede de Rusia. Un verdadero paso hacia la transición forzosa a nivel energético.
La Unión Europea apuntó que el gas, así como la energía nuclear, tendría un calificativo “menos malo” que los combustibles fósiles y le colgó una etiqueta verde. Quizás este pueda suponer un alivio necesario al desarrollo de alternativas pero en nuestras islas ya llevamos algún tiempo transformando una antigua cementera en un verdadero proyecto de futuro.
En Baleares ya llevamos trabajando en otras alternativas a parte de la fotovoltaica y eólica que son ideales pero no suficientes; el hidrógeno. Las pruebas de puesta en marcha en las instalaciones de Lloseta, en Mallorca, comenzaron a finales del año pasado de manera tímida y anunciaba la planta que había generado las primeras moléculas de hidrogeno verde.
Power to Green Hydrogen Mallorca es el primer proyecto a escala industrial en España, liderado por Acciona Energía y Enagás y con la participación de Cemex y el IDAE que pretende producir hidrógeno verde a escala industrial este mismo año. Las aspiraciones son alcanzar una producción de al menos 300 toneladas de hidrógeno renovable anuales. El hidrógeno verde tendrá múltiples aplicaciones en la isla como el suministro de combustible limpio; la generación de calor y energía mediante pilas de combustible; o la sustitución de parte del consumo de gas natural.
Aviones, barcos e industrias podrían ser los primeros clientes. Si surten efecto los planes previstos y demuestra su viabilidad puede que se replique en otros lugares. El hidrógeno se puede utilizar en un motor de combustión interna o una pila de combustible para generar energía. Las pilas de combustible tienen la ventaja de una mayor eficiencia frente a los motores de combustión interna, lo que las convierte en el principal dispositivo para la conversión de hidrógeno en energía.
El hidrógeno es el combustible más limpio que existe: es versátil y extremadamente eficaz, un combustible revolucionario y no solo en sentido técnico. Muchos científicos consideran que transformará las relaciones sociales a lo largo y ancho del planeta. Para extraer la energía del hidrógeno se necesita a su vez de energía. Se puede pensar en un conjunto de generadores de energía de forma renovable, la posibilidad es combinarla con la energía solar para producir la energía necesaria.
Esta puede ser la manera en que múltiples energías renovables puedan ser un excelente complemento del hidrógeno. Esto sería obtener hidrógeno a partir del sol, es decir una fuente limpia que genera un combustible limpio. En Baleares tenemos sol y un proyecto en marcha para que la energía limpia sea una realidad ya mismo.