El ‘calàpet’, una especie de sapo, solo habita en Córcega, Cerdeña, la península italiana y en Mallorca, Menorca e Ibiza y crían en charcas temporales, tanto naturales como artificiales. En Eivissa está en peligro de extinción. En Mallorca y Menorca la población está mejor, pero ha desaparecido de zonas en las que criaba… Sus principales amenazas son la alteración de las charcas donde cría, y de sus alrededores. La intensificación de la ganadería ha degradado algunos de estos espacios, sea por desecación o contaminación.
El Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Menorca ha recuperado un buen número de estos animales de las piscinas de algunos hoteles de Punta Prima y es Canutells y les han encontrado un nuevo hábitat en las diversas charcas que ellos controlan. Destacan que “es importante hacer esto antes de que comience los tratamientos de las piscinas con químicos y cloros de cara a la apertura de los hoteles y la subida de temperaturas/la disecación que pone en peligro su supervivencia”.
El calàpet es una especie protegida. El equipo del Centro ha rescatado ejemplares adultos de ‘cabots/capgrossos’ y puestas para que puedan acabar de realizar la metamorfosis, una transformación radical (nacer de los huevos, devolverse larvas o cabots, y finalmente individuos juveniles). Una vez finalizada, los pequeños calàpets salen del agua y comienza su vida terrestre.
Sus puestas son como unos cordones gelatinosos de hasta dos metros de largo… Un cordón de estos puede llegar a tener de mil a dos mil huevos, la gran mayoría de los cuales no llegarán a adulto. Los años que llueve poco no llegan a reproducirse en muchas charcas por falta de agua.
Las larvas se llaman ‘cabots o capgrossos’. Nadan bastante en contacto con el fondo, buscando la luz y calor del sol. Tienen muchos depredadores: larvas de libélula, escarabajos de agua, triops, serpientes de agua, pájaros acuáticos…