En el contexto de Menorca como Región Europea de la gastronomía y como el Museu de Menorca es la puerta a descubrir la cultura autóctona, ha surgido una propuesta que permite a los visitantes “paladear” la isla.
El objetivo de la exposición del Museu menorquín es la de ahondar en los orígenes de la cocina local. Utiliza piezas singulares como manuscritos, libros antiguos o utensilios que se utilizaban antaño. El trabajo histórico y antropológico trasladan al visitante pequeñas historias que se aderezan de actos puntuales como el que organiza Cómete Menorca el próximo lunes día 11. Se trata de una visita guiada por diferentes espacios de la exposición, que finaliza con una demostración gastronómica y degustación de diversas recetas de la cocina de Menorca, como las albóndigas de langosta de la cocina de Fra Roger. La degustación con bebida y postre es de 45 euros por persona. Incluye unas recetas escritas que los que degusten estas albóndigas podrán llevarse a casa.
La exposición, además de la cocina, también repasa las singularidades de las despensas menorquinas donde descubrimos los procesos de curación, maduración o conservación de los alimentos típicos y tradicionales de la isla. Esto lleva a entender mejor el ciclo natural de la producción y captación de los alimentos.
Junto a la exposición, se editó un “mantel gastronómico” que resume elementos típicos de la cocina menorquina y que se puede encontrar en varios establecimientos de restauración de la isla o en la tienda del propio Museu. En él aparecen flaons, pastissets, greixeres, salsa maonesa,…
El concepto museístico de interactividad entre el público y lo expuesto toma una dimensión más cercana con El gust de Menorca, donde los visitantes pueden apreciar aromas, sabores, experiencias gastronómicas y todos aquellos elementos que son enteramente menorquines y que, en lugar de hacerlo sólo por la vista como la mayoría de la promoción turística, se hace por la lengua y la nariz.