Skip to content

Ahorrar agua tapando tu piscina

En plena ola de calor (y de restricciones por la sequía), habría que actuar también sobre las piscinas

La cubierta es escamoteaba
La cubierta es escamoteaba
Foto: Piscinas-online.com

La imagen habitual de una piscina no es verla tapada, menos en verano, pero podría suponer un importante porcentaje de ahorro de agua. Hay algunos cálculos que explican que en una piscina al aire libre pueden evaporarse entre 0.6 y 1.2 centímetros de líquido por día en pleno verano. Eso significa que una piscina podría perder hasta 9 cm en el nivel del agua por semana. Si sumamos el factor de una anomalía en la temperatura de más grados (que es lo que ha pasado en julio en Menorca y que parece que seguirá siendo así en agosto) la cantidad de agua que se evapora de nuestras piscinas es aún mayor.

Hay varios sistemas para tapar la piscina y evitar que se pierda tanta agua.

Para empezar supone un mayor ahorro de agua al evitar la evaporación pero además también mejora la limpieza: el hecho de tapar la piscina en verano evita que se cuelen hojas, ramas, insectos o cualquier tipo de elementos que conlleven a realizar un mantenimiento permanente.
Los padres de niños pequeños ya pueden respirar tranquilos porque también supone un importante plus en seguridad: una piscina con cubierta evitará que nadie caiga a la piscina por accidente. Las mascotas suelen terminar empapadas dentro del agua al pasear cerca de piscinas que no están cubiertas.

Además conseguiremos una temperatura media del agua más cálida. Las cubiertas contribuyen a mantener el calor del agua de las piscinas. Esto puede ser especialmente útil para que el uso de la piscina continúe en los meses del año donde habitualmente ya no la utilizábamos (porque la temperatura exterior ya es más fría).

En invierno y primavera podrías seguir utilizando la piscina. Pero además, en pleno verano y con olas de calor sucesivas, si no te apetece meterte en agua caliente, podrías utilizarla como fuente de energía. En muchas industrias ya han puesto en funcionamiento sistemas que aprovechan la temperatura del agua caliente para activar unos pistones que mueven una turbina y generan energía eléctrica. Este último punto no se ha aplicado aún en el aprovechamiento del calor que pueden generar el agua de una piscina tapada pero si la tendencia climática sigue así, las piscinas podrían convertirse en generadoras de energía en un futuro muy corto.


Deja un comentario

Your email address will not be published.