Las listas de espera para recibir atención médica, según qué Comunidades más o menos, son una realidad. Esto pasa a la hora de esperar una intervención quirúrgica pero incluso también en Atención Primaria. En ciertas Comunidades hay pocos médicos por la cantidad de personas que precisan atención y eso obliga a que las visitas al médico sean más cortas, menos resolutivas y, a la postre, que afecte a la calidad asistencial y a la salud del paciente.
Incluso algunos profesionales que han pasado estos días por la Escuela de Salud Pública hablaban de un cierto desmantelamiento de la Atención primaria.
Ante esta situación, cuando faltan los recursos, hay que ser originales y creativos. Uno de los cursos de la Escuela de Salut Pública de Menorca que se celebra estos días plantea un proceso en el que se hace participar activamente a los pacientes, auxiliares de enfermería y médicos para generar grupos de apoyo. La información y el intercambio de experiencias se postula como una fórmula válida para organizar mejor los tiempos de atención y la propia atención médica.
En Menorca ya se desarrollan desde hace años las guías BPSO Menorca. Se trata de una fórmula por la que los profesionales escuchan a los pacientes para integrar sus opiniones, sentimientos, observaciones y demás en el procedimiento futuro de actuación frente a la atención médica. Esto se lleva a campos como la maternidad, en el momento de poner una vía, en el proceso de recuperación de una intervención quirúrgica, etc.
Esta misma filosofía se puede extender a otros campos como los de aquellas personas a las que el médico recomienda una vida activa para paliar los efectos del sedentarismo; no es lo mismo que el médico recomiende que camines más a que te meta en un grupo de pacientes que tienen la misma necesidad y que te integres en ese grupo para hacer lo que el médico te ha recomendado.