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El estudio del TDAH analiza genética y comportamiento para conocer más sobre este trastorno

El psiquiatra Jaume Morey habló profusamente este viernes de TDAH en su conferencia en el Teatro del Colegio La Salle de Maó frente a un numeroso público

El TDAH existe
El TDAH existe
Foto: Pixabay

Aunque sigue guardando muchas incógnitas, la información es cada vez mayor. El Trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH) no es un cuento, ni una excusa para que muchos niños y niñas tengan dificultades en el ámbito escolar. Se trata de algo que la medicina ya está tratando y que busca la complicidad de los claustros de profesores para ayudar a detectar y tratar.

Morey repasó lo que las últimas investigaciones médicas desvelan sobre el estudio de este trastorno, ayudando a entender lo que identifica la existencia de este trastorno, que muy a menudo se confunde con falta de capacidad de los niños, desinterés o cuestiones puntuales y aisladas, cuando no lo son.

Las personas afectadas por TDAH combinado con trastornos disruptivos del comportamiento (TDC) comparten cerca del 80% de las variantes genéticas frecuentes asociadas a los comportamientos agresivos y antisociales. Esta es una de las conclusiones de un estudio publicado en la revista Nature Communications. Se basa en un estudio dedicado a investigar las bases neurobiológicas de los comportamientos agresivos.

El TDAH afecta a un 5 % de los niños y a un 2,5 % de las personas adultas y son causadas por factores genéticos y ambientales. En el caso del TDAH, se calcula que la genética tiene un peso del 75 %, mientras que en los TDC oscilaría entre el 40 y el 70 %. Son cuadros más prevalentes en niños que en niñas, y cuando se presentan al mismo tiempo, las personas afectadas tienen más probabilidades de caer en conductas de riesgo.

Mediante estudios de asociación a escala genómica (GWAS), se ha analizado la contribución genética de los cambios en un único nucleótido del ADN (SNP) —los más abundantes en el genoma humano— a estos trastornos psiquiátricos. En el marco del trabajo, los expertos han aportado muestras de pacientes con TDAH diagnosticados en el Hospital Vall d’Hebron y han participado en el análisis de los datos genéticos.

El equipo investigador ha identificado un segmento genómico en el cromosoma 11 que aumenta el riesgo de padecer TDAH combinado con TDC.

El TDAH constituye un trastorno neuropsiquiátrico y es un motivo frecuente de consulta al pediopsiquiatra, neuropediatra y a la psicóloga, por asociarse con bajo rendimiento escolar, fallas sociales y conductuales.

El locus de control (LC) es una función cerebral que implica la percepción del control que tenemos de nuestras acciones y su causalidad, es decir, apoya el concepto de “uno mismo como agente”. Las últimas investigaciones definen una docena de locus relacionados con el TDAH. En cuanto a la genética aún falta establecer con más definición los segmentos de información que están relacionados con el TDAH y qué proteínas se interrelacionan con esta parte del código.
La información es tan importante para los padres de los pacientes como para los educadores, que deben identificar y tratar de manera conveniente a quienes padecen TDAH y no confundirlo con una falta de capacidad de aprendizaje o desinterés.


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