El verano pasado hubo restricciones de agua en la ciudad. Estábamos en pleno verano y se sucedían las olas de calor con temperaturas extremas. Para evitar que esto vuelva a suceder es necesario poner en marcha varias iniciativas y no se trata de buscar nuevas fuentes como lo haría un zahorí. El zahorí utiliza una técnica ancestral llamada radiestesia que estimula la consciencia de los sentidos, normalmente con la ayuda de elementos que amplifican las radiaciones, como el péndulo o varillas. Además de localizar el agua, también averigua: El caudal o volumen disponible y su profundidad.
El ayuntamiento de Maó obtuvo ayuda para poner en marcha una primera planta de desnitrificación de agua. Así es como casi la mitad de la población puede beber el agua de la red sabiendo que está tratada y que no lleva niveles inapropiados de nitratos.
El hecho de haber conseguido la financiación para hacer que el agua depurada de la EDAR compartida entre Maó y Es Castell sea de tipo terciario, no significa que se obtenga agua potable. El agua resultante sí podrá ser utilizada para limpieza de calles, usos naúticos, riego de jardines o campos de futbol,… Toda esta agua actualmente se saca de la misma red de agua potable de la ciudad, por lo tanto, habrá un ahorro importante. Pero no basta.
Desde el Ayuntamiento ya están estudiando cómo combinar el uso de pozos existentes que no tengan tantos nitratos o bien la adquisición de otra planta desnitrificadora similar a la ya existente para conseguir llegar a toda la población con un agua buena para beber.
La gestión del agua debe contemplar un uso más racional a la vez que se buscan soluciones que otorguen agua potable a los ciudadanos. Hoy sigue siendo una prioridad para el equipo de gobierno que haya agua disponible todo el año y que se pueda garantizar que en periodos de sequía, de veranos extremos y de temperadas turísticas con mayor presión sobre los acuíferos, no falte el agua.
