La directora de este estudio, del que ya llevan 15 ediciones, Carme Orte, aspira a profundizar mejor en la recopilación de datos que ayuden, no sólo a dar una imagen de cómo es la vejez en nuestra Comunidad, si no que ayuden a trabajar mejor frente a una realidad de la que no nos podemos escapar; nos estamos volviendo más viejos. Aunque se aportan datos de las islas menores, aún no son lo suficientemente representativas para aportar la singularidad de cada isla. Pese a ello, el Anuario toca temas universales de salud, derechos, acceso a la vivienda y más que son representativos de toda la gente mayor de Baleares.
El inexorable paso del tiempo no tiene ningún misterio. El problema al que se enfrenta nuestra sociedad es que la demografía muestra desde hace años signos evidentes de que baja la natalidad y aumenta la esperanza de vida de las personas, de manera que las necesidades de la gente mayor están cada vez peor atendidas.
Entre las conclusiones del Anuario de este año que edita la Universitat de les Illes Balears, Orte destaca el monográfico sobre cómo actúa la Ley de la Dependencia en las islas, donde se han duplicado las demandas; habla de cómo afrontar la soledad en los mayores; de cómo es la vida de aquellas personas que reciben apoyo de instituciones como Proyecto Hombre cuando alcanzan determinada edad; del factor del suicidio entre mayores de 55 años; de cómo viven las personas en residencias geriátricas y de lo que nos ha enseñado la pandemia (ahora que ya se ha superado); del derecho a vivir dignamente, de fórmulas de co-living; de la gente mayor frente a internet y las redes sociales,…
Este anuario se ha podido realizar gracias a las aportaciones de los profesionales e investigadores a lo largo de los años. Y también gracias a la Cátedra de Atención a la Dependencia y Promoción de la Autonomía Personal de la UIB, un espacio que ha permitido incorporar y dar a conocer el trabajo de los profesionales e investigadores de las Islas Baleares.
El anuario de este año aporta 22 capítulos que reflejan el trabajo de 45 autores y autoras que analizan la realidad del envejecimiento balear de forma multidisciplinar. Así, se recogen aportaciones sobre temáticas diversas: el impacto de la COVID-19 en las tasas de mortalidad y en la red intergeneracional, las intoxicaciones, el suicidio, la soledad, la situación de la dependencia desde diversas perspectivas, el derecho a tener derechos, la realidad de los divorcios y separaciones, vivir dignamente en compañía o residencias abordando cuestiones afectivas, culturales y lingüísticas, etcétera.
Orte ha comentado que nuestra sociedad aún no está preparada para responder al cambio que supone tener un ratio mucho mayor de gente mayor de 65 años que no gente joven. Y eso es un reto para las administraciones y para toda la sociedad en su conjunto.
También se aborda la salud desde la prevención en lo que se refiere a la alimentación, la nutrición y la actividad deportiva. Teniendo en cuenta que la vejez no es un tema homogéneo, se presentan datos con perspectiva de género sobre las personas mayores consumidoras de sustancias adictivas y en situación de alta precariedad económica, de salud, de relaciones y sinhogarismo. Por último, el anuario repasa la incorporación de las personas mayores a las redes sociales actuales.
