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“El spray de Sánchez”

Un artículo de Miguel Lázaro

Pedro Sánchez.
Pedro Sánchez.

En octubre de 20121, el presidente Sánchez presentó a bombo y platillo, sobreactuando como siempre y con gran amplificación mediática, un Plan de Acción 2021-2024 de Salud Mental dotado con 100 millones de euros. Algunas de sus declaraciones fueron “la salud mental es una prioridad para este Gobierno. Desde el año 2009 no se renueva la estrategia de salud mental, es una hoja de ruta que pretende avanzar con pasos afianzados hacia la mejora de la salud mental”.

Se quedó tan ancho y, como siempre, encantado de haberse conocido. Pero, ya saben, el dato mata al relato.

Si dividimos 100 millones de euros, en tres años, por casi mas de 47 millones de habitantes que tiene España, nos sale la ridiculez de menos de cinco euros por español.

Dotar con 100 millones de euros este plan trianual, con la prevalencia de los trastornos mentales, que suben cual ascensor y en el actual contexto, en el que llegan de Europa 140.000 millones de euros, no tiene perdón de Dios, ni, por supuesto, de ningún español.

Los enfermos mentales necesitan equidad con respecto a los otros pacientes en cuanto a beneficiarse de los tratamientos y recursos que precisan. No son enfermos de segunda o tercera. Mucho hablar de la lucha contra la estigmatización, cuando son discriminados por la propia administración en cuanto a un presupuesto digno y suficiente.

La salud mental lleva mucho tiempo siendo la hermanita pobre de la sanidad. La mejor y más fértil lucha contra la estigmatización es que haya el triple de psicólogos, psiquiatras, enfermeros, trabajadores sociales, para tratarles. Esta es la mejor campaña para des-estigmatizarles.

Estoy seguro de que si ustedes han llegado hasta aquí leyendo, se preguntaran sobre la escasa concordancia con el titular. Bien, era necesario este preámbulo para referirles que España ha tardado más de !! tres años !!!, tras la aprobación de la Agencia Europea del Medicamento, en aprobar un fármaco muy innovador que va a cambiar las reglas del juego en el tratamiento de la depresión (hace efecto entre las 24-48 horas), con buena tolerancia y que tiene un efecto antisuicida muy potente.

He de señalarles que los antidepresivos que tenemos tardan 14 días como mínimo en hacer efecto, y que el nuevo antidepresivo hace efecto sobre un neurotransmisor que hasta ahora no podíamos ‘ajustar’: el glutamato.

Por supuesto, se administra en forma de spray. La sustancia es la Esketamina. Los psiquiatras y los enfermos lo esperábamos como agua de mayo. Los más de mil días que el Gobierno de Sánchez ha tardado en aprobarlo se nos han hecho muy largos. De entrada, la aprobación solo es para depresión resistente, obviando la segunda, que es ideación suicida en emergencias. El 90 por ciento de los suicidios consumados se da en pacientes con trastornos psiquiátricos, y los que más riesgo tienen son los pacientes con depresiones graves o resistentes.

En el momento de escribir el artículo han fallecido en el mundo 960.385 por suicidio. En Baleares, desde enero hasta principios de noviembre, 75 personas, y en España, unas cuatro mil.

Aunque el suicidio es un gravísimo problema de salud pública (debido a muchos factores causales), hay una gran evidencia de que tratar la patología psiquiátrica grave, que es un factor modificable, con los tratamientos necesarios y con los recursos suficientes, disminuye los suicidios consumados.

El suicidio es una solución irreversible para lo que, en muchos pacientes, es un trastorno temporal. Muchos se quitan la vida porque les es insoportable el sufrimiento y han perdido la esperanza de ponerse bien. No tienen razones para seguir viviendo así como viven.

¿Es el motivo del retraso del Gobierno central, el que negociaban el precio con el laboratorio? ¿No ha sido demasiado larga, teniendo en cuenta sus propiedades terapéuticas y el tipo de enfermos graves para los que iba destinado? ¿Hubiera ocurrido lo mismo con otros fármacos para otros enfermos? Perdonen la suspicacia, pero es que a los enfermos mentales les han hecho muchas.

Bien. alegrémonos, mas vale tarde que nunca. Sánchez ha aprobado el spray.

Ahora, el último trámite, es que la Conselleria de Salut permita que los psiquiatras lo podamos recetar. Ayer, mejor que hoy. Por el bien de nuestros pacientes deprimidos más graves y de sus familias.

Espero que sea mucho mas diligente que el Gobierno central.

Ya saben, en derrota transitoria pero nunca en doma.


Comment

  1. … eso de que “no tiene perdón de dios” espero que sea sólo una expresión, no una férrea creencia fanática en ese protoplasma inexistente… los profesionales de la salud mental no deberían jugar con fantasías… o al menos, guardarse sus cosas para sí, de puertas para adentro… de un sacerdote con olor a naftalina, disfrazado y soltando peroratas, lo toleramos, porque sabemos que son freakies, pero los profesionales de la salud, gente instruida y basados en la ciencia, esperamos que por supuesto dejen de lado toda esa sarta de tonterías…

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