Skip to content

Cómo prevenir la adicción de los niños a los videojuegos

Seleccionar los más apropiados, variados y limitar el tiempo de uso es clave

Evitar la adicción.
Evitar la adicción.
Jugar debe ser divertido pero sin convertirse en un problema. (Foto: AMIC)

Cada Navidad, videojuegos y consolas se sitúan entre los regalos más solicitados por niños y adolescentes. Y tras la visita de Papa Noel y los Reyes Magos, en plenas vacaciones escolares, los menores exprimen al máximo el tiempo de juego frente a la pantalla.

Desde Qustodio, la plataforma de seguridad y bienestar digital para familias, explican que los videojuegos pueden ser educativos y ayudar a desarrollar habilidades como la toma de decisiones, la creatividad, la organización, la gestión del estrés y la tolerancia a la frustración. Sin embargo, su uso desmedido puede causar problemas de sueño, bajada del rendimiento escolar, aislamiento y conductas adictivas. Entonces, ¿qué se puede hacer para que los niños utilicen los videojuegos de forma moderada y responsable?

Para empezar, es necesario considerar la edad como un factor decisivo para indicar el tiempo de uso razonable de los videojuegos. Entre los 9 y los 11 años, la exposición debería ser progresiva y siempre bajo el control de los padres. A partir de los 12 la situación se complica, porque los menores tienen mayor independencia y autonomía y la supervisión y acompañamiento se vuelven más complejos. Seleccionar videojuegos apropiados, variados y limitar el tiempo de uso es clave.

Pero, ¿qué tiempo máximo deberían jugar? Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Seúl (Corea) y de Yale (EE.UU.) demuestra que los menores que pasan más de 240 minutos al día jugando a videojuegos presentan un riesgo mucho mayor de desarrollar adicción. En 2018 la OMS reconoció oficialmente la “adicción a los videojuegos” como trastorno de salud mental. Ese mismo año, un estudio realizado por investigadores alemanes concluyó que aproximadamente un 2% de los niños y adolescentes sufre ese trastorno.

Para evitar llegar a este extremo, los expertos de Qustodio recomiendan establecer una serie de pautas para prevenir la adicción a los videojuegos en niños y adolescentes:

1. Conocer y compartir. Uno de los errores más comunes de los padres es el de despreciar las aficiones digitales de sus hijos sin tomarse la molestia de conocerlas. Hablar con ellos sobre sus videojuegos favoritos y dedicar tiempo a jugar juntos es una experiencia satisfactoria que fortalece los vínculos familiares y que dota a los padres de cierta autoridad moral para opinar sobre este campo.

2. Enseñar a autogestionarse. “A lo largo del día hay tiempo para todo”: es una de las mejores enseñanzas que los padres pueden transmitir a sus hijos. Mostrarles cómo administrar su propio tiempo dividiéndolo entre el estudio, el deporte, los videojuegos y el ocio no digital les ayudará a tener una vida más enriquecedora y equilibrada.

3. Fijar límites de tiempo. Los juegos están concebidos para superar continuos retos, por eso a los menores les cuesta trabajo decidir cuándo es el momento de parar. Lo recomendable es concretar el tiempo máximo de juego antes de empezar y programar alguna alerta que avise cuando se haya consumido.

4. Ofrecer alternativas. Proponerles opciones de ocio offline que les motiven es una excelente forma de mantenerlos alejados de las pantallas. Si, además, el plan implica alguna actividad física, esto contribuirá a reducir el estrés, mejorar sus hábitos de descanso y evitar malas posturas.

5. Promover la lectura. Al aficionarse a la lectura, los niños y adolescentes descubren una forma de entretenimiento individual alternativa a los videojuegos. No importa si se trata de relatos, novelas gráficas o cómics manga, lo importante es que disfruten leyendo.

6. ¿Dónde usar las pantallas? Mantener la videoconsola (y el resto de dispositivos digitales) fuera de la habitación del menor y utilizarla exclusivamente en las zonas comunes de la casa, evitará que se aísle, facilitará el control de los tiempos de uso y mejorará su descanso .

Predicar con el ejemplo. Los padres son los primeros en dar buen ejemplo, administrando correctamente su tiempo y evitando el uso continuo de los dispositivos electrónicos. De nada sirve decirle al niño que apague la videoconsola si sus padres no sacan los ojos del móvil.

Para Eduardo Cruz, CEO y cofundador de Qustodio, “la adicción a los videojuegos puede llegar a ser un grave problema para los menores, que puede acabar perjudicando su calidad de vida. Navidad es una época ideal para que los padres compartan tiempo con los sus hijos y les ayuden a sentar las bases de un uso saludable de los videojuegos”.

 

.- Este es un artículo de tecnonews.info y AMIC para Menorcaaldia.com


Deja un comentario

Your email address will not be published.