Por lo general, se recomienda que los niños no tengan un teléfono móvil hasta que sean suficientemente maduros y responsables para manejarlo adecuadamente. Esto suele ser a partir de los doce años, aunque puede variar según el niño y sus circunstancias, como puede ser la necesidad de comunicarse en momentos específicos: traslados a la escuela, actividades extracurriculares o durante el tiempo que deba estar lejos de los padres por los motivos que sean.
Si decides comprar un teléfono móvil para tu hijo, es importante establecer reglas claras sobre su uso y monitorear su actividad online. Asegúrate de que tu hijo entienda los peligros potenciales de las redes sociales y otros sitios web y considera instalar software de control parental para ayudarle a protegerle de contenido inapropiado.
Estos son los consejos básicos que debes tener en cuenta antes de entregarle el móvil a tu hijo:
Establece límites horarios: habla con tu hijo sobre cuánto tiempo puede usarlo todos los días, qué aplicaciones puede descargar, qué sitios web puede visitar, y cuál es el comportamiento que se espera de él mientras lo usa.
Elige el modelo adecuado: Considera las necesidades particulares y su edad al elegir un móvil. Si es muy joven, puede que un modelo básico sea suficiente. Si es adolescente, un modelo más avanzado con mayores funciones puede ser una mejor opción.
Establece restricciones de seguridad para que no pueda descargarse o visitar contenido inapropiado.
Planifica el gasto: Ten en cuenta que el móvil no sólo tiene un coste inicial, sino que también tiene costes continuos, como los planes de datos.
Enseña a tu hijo sobre los peligros de compartir fotos e información personal con desconocidos.
Monitorear el uso del móvil: Haz un seguimiento del uso que le da al móvil para asegurarte de que está siguiendo las pautas establecidas.
.- Este es un artículo de Eva Remolina y AMIC para Menorcaaldia.
