Las calles del polígono de Maó, especialmente S’era Alta,  están sufriendo las consecuencias de la falta de civismo de algunos ciudadanos. Se han convertido en un punto de acumulación de desechos, donde no solo se encuentran objetos voluminosos abandonados, sino también una considerable cantidad de colillas, uno de los residuos más contaminantes.

Un estudio reciente reveló que, durante 2022, se generaron 118 millones de colillas en Menorca, equivalentes a casi 38 toneladas. Alarmantemente, el 70% de estas colillas terminaron en el suelo, afectando tanto a zonas urbanas como a espacios naturales. Pese a que estos residuos son 100% de plástico, su abandono parece estar socialmente aceptado. El informe también señala que la mayoría de los fumadores no perciben las colillas como desechos plásticos, lo que podría explicar en parte esta preocupante tendencia.

La comunidad urge a las autoridades a tomar medidas para evitar que estas prácticas continúen deteriorando el entorno y a fomentar una conciencia ambiental entre los ciudadanos.