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Maó proyecta un futuro acceso de energía verde para cruceros

Eso evitaría que los buques mantuvieran encendidos sus motores al lado de la ciudad

Enchufado y cargando
Enchufado y cargando
Foto: Pixabay

Las características de la mayoría de cruceros que llegan al puerto de Maó son los de pequeñas ciudades flotantes. Eso implica la necesidad de generar mucha electricidad para atender los servicios que presta. Los motores de combustión de estos barcos son muy potentes y pueden otorgar esa energía. Al llegar a puerto, igual que si se tratara de un coche que lo mantenemos encendido al ralentí cuando está aparcado, la mayoría de los cruceros sigue generando energía (y generando emisiones). Eso implica ruido y contaminación que podría evitarse si, tal como explicó esta semana el alcalde de Maó Hector Pons, pudiera ofrecerse a los cruceros una conexión eléctrica potente que surgiera de la generación de fuentes renovable. Algo que se alinea mucho mejor con el concepto de Reserva de la Biosfera de Menorca y que acabaría con ruidos y emisiones al lado de la ciudad.

Aunque ahora lo oímos en boca de las autoridades locales, de hecho ya hay precedentes a nivel europeo cuando en 2007 se plantearon las primeras recomendaciones para mejorar la calidad del aire en los puertos. Hasta entonces, la electricidad generada por la combustión del combustible marino estaba libre de impuestos. Además, cuando los barcos atracados se conectaban al sistema eléctrico terrestre tenían que pagar impuestos por el consumo eléctrico.

La situación cambió por completo cuando la Directiva sobre fiscalidad de la energía colocó el uso de la electricidad terrestre en pie de igualdad con la electricidad, libre de impuestos, generada por la combustión de combustible marino en los barcos.

El consumo de energía auxiliar en un crucero grande atracado en un puerto puede llegar a los 16 MW. Esta es una cantidad similar a la del consumo eléctrico de una pequeña ciudad de 10 000 habitantes.

Muchos cruceros disponen de una tensión eléctrica y una frecuencia diferentes a las de la red eléctrica normal en tierra, y la mayoría suele tener sistemas eléctricos de 60 Hz. Otros sistemas terrestres necesitan convertidores de alto coste para adaptarse a los barcos con una frecuencia de 50 Hz. La tecnología a instalar, tanto en el barco como en el muelle, es cara. Por eso hay proyectos europeos que han trabajado para solucionar el problema y reducir los costes.

Así, los nuevos sistemas cumplen con la norma internacional de conexión de cable entre barcos y tierra para media tensión. Pueden suministrar tensiones de 6,6 y 11 kV para un rango de frecuencias de entre 50 y 60 Hz.

Obtener suficiente energía renovable y llevarla hasta los cruceros no supondría algo tan dificultoso como antaño y mejoraría mucho la operativa en el puerto de Maó.


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