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“¿El mejor lubricante neuronal es…?”

Un artículo de Miguel Lázaro

Alegría.
Alegría.

El agradecimiento. Muy bueno, muy bonito y barato. No se compra en las farmacias por ahora. Y es universal, no entiende de razas, religión, ideología, países ni siquiera de partidos políticos. No te mueres por una sobredosis pero crea adicción.

Es el gran disolvente y antídoto global contra los conflictos y el más ubicuo. Va bien por la mañana, por el mediodía y por la noche. Sienta muy bien. No tiene efectos adversos y es muy combinable con el respeto, la empatía y el bienestar. Y además, ser y mostrarnos agradecidos hace la vida más ancha y larga.

La gran noticia es que optar por ser agradecido depende de nosotros ni siquiera precisa subvenciones políticas. Nosotros podemos elegir si ser y estar agradecidos o no.! Desde la mañana a la noche hay tantas cosas que agradecer! Aun en los momentos trágicos de la vida, donde se pierde el sentido de la misma hay que agradecer que la vida sigue.

Cuantas veces agradecemos nuestras crisis y las experiencias que nos han dolido y nos han hecho sufrir, por habernos enseñado a vivir de otra forma, a re-conocernos mejor y a reconciliarnos con la esencia de ser y sentirnos humanos: la interdependencia, la humildad, la fragilidad, la muerte, el dolor, la indefensión y el deterioro. !Que agradecidos elegimos estar por esas vivencias en las que nos redignificamos y somos conscientes de nuestra valía y de nuestro autorespeto!

Elegir agradecer es una actitud que crea destino y es la base de nuestros momentos felices. Elegimos estar agradecidos y ser afectuosos cuando en el aquí y ahora, aceptamos la realidad de forma radical, cuando elegimos perdonarnos y perdonamos ,cuando nos vemos con mirada autocompasiva y cariñosa y cuando optamos por ser piadosos y no indiferentes ante los demás.

Agradecer es el núcleo y el combustible esencial de nuestro equipaje espiritual y es incompatible con el re-sentimiento, la envidia, el odio, los celos, el egoísmo, la inquina y el maltrato psicológico. Nunca los elige compañeros de viaje.

Una de las cosas que más me entristece, de las separaciones traumáticas y de los conflictos interpersonales y familiares es la ausencia de agradecimiento y la absoluta incapacidad para rescatar vivencias de agradecimiento, a pesar de que en el rastro vital compartido estoy seguro de que ha habido mucha reciprocidad en el mostrarse agradecido en el pasado.

Agradecer es un chute de oxitocina, endorfinas, dopamina y serotonina. Este tsunami químico cerebral no tiene rival y es el reto de toda nuestra vida. A nadie le está negado ni está excluido. En eso somos todos iguales.

No elegimos nuestro genoma y nuestro ambioma infantil pero si podemos optar, en nuestro epigenoma, elegir si o si estar agradecidos. No hay que hacer ningún Máster ni subir a Lluc a Peu.

Nunca estamos en un agradecimiento continuo y eterno pero sí que podemos optar por gestionar mejor estar y ser desagradecidos. Ese debe de ser nuestro reto y nuestra actitud. El rostro que nos fabricamos depende mucho de sí el agradecimiento es una pócima con la que nos acompañamos.

Gracias por todo ya todos.

Ojalá nos sigamos encontrando en el camino de la vida y elijamos re-conocernos desde ese lubricante neuronal que es el principal combustible de nuestra neuro plasticidad y empatía.

Se que todos ustedes saben lo que es ser y estar agradecidos. Bienaventurados porque hacen la tierra más habitable y la vida ( la suya y la nuestra ) menos tóxica.

Buen 2024.

Y ya saben hay que estar agradecidos por estar en derrota transitoria pero nunca en doma.


Comment

  1. … lo que resulta harto enervante, es ver que siempre hay quienes pretenden CAPITALIZAR ese sentimiento en beneficio propio… ¿cuántas veces la infame secta católica ha intentado convencer a la gente que agradeciera nuestro bienestar, nuestra suerte o nuestras buenas vibras, a algo o a alguien que no vemos, pero que ellos dicen que está por ahí y sonreirá si le somos agradecidos… y que mostremos nuestro agradecimiento por medio de donaciones que ellos encauzarán, ya que si estamos bien hay que agradecer, y hay que agradecérselo a el invisible e inexistente ser que nos provoca que estemos bien… hay que ver qué pillos son con ese bulo, y las cuantiosas recompensan que recaudan para sus arcas… pobres humanos, siervos aún de esa viejuna fake new de hace dos milenios…

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