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Con el aumento de las temperaturas, también padecen más los alérgicos

Menorca no se escapa al calentamiento global que, entre otras consecuencias, podría hacer aumentar un 40% la producción de polen en el 2050

Más cambio climático equivale a más alergia
Más cambio climático equivale a más alergia
Foto: Pixabay

A punto de llegar a la primavera, vuelven las plantas a polinizar en la isla. Y los que son alérgicos lo saben (y padecen). Las alergias son una realidad cada vez más presente en nuestras vidas. Se estima que para el año 2050, la mitad de la población mundial podría sufrir algún tipo de alergia, y el cambio climático está jugando un papel crucial en este aumento.

En Menorca el cambio climático también está intensificando la amenaza de las alergias. El aumento de la temperatura y la concentración de CO2 en la atmósfera están alterando los patrones de floración, prolongando la temporada de polen y aumentando su intensidad.

Para las personas alérgicas a pólenes como el de la gramínea, el olivo o la parietaria, esto significa un mayor riesgo de sufrir síntomas como estornudos, congestión nasal, picazón en los ojos y garganta, e incluso dificultad para respirar.

Las personas con alergias en Menorca deben estar especialmente atentas a los siguientes factores:

Es importante consultar los niveles de polen diarios para tomar medidas preventivas como evitar salir al aire libre en las horas de mayor concentración. Existe un captador de polen en Inca (Mallorca) que marca y publica sus niveles online. Estos días sólo marca niveles altos en urticáceas. Lástima que en Menorca no exista este tipo de infraestructura para tener una idea más precisa de cómo afecta la polinización a los menorquines.

La temporada de polen se está extendiendo, por lo que las personas alérgicas deben estar preparadas durante más tiempo.

La contaminación del aire puede empeorar los síntomas de alergia, por lo que es recomendable evitar zonas con alta concentración de tráfico o industrias. Podríamos pensar que Menorca se libra de este parámetro pero recordemos que sí hay una industria en el puerto de Maó que provocó la instalación en su día de detectores de partículas de contaminación.

Los cambios bruscos de temperatura o humedad pueden desencadenar o empeorar los síntomas de alergia. Y esto ocurre con frecuencia en pleno cambio climático.

Lo ideal sería consultar con un alergólogo para obtener un diagnóstico preciso y conocer las medidas de control más adecuadas. La sanidad en Menorca está coja en este sentido pues faltan estos perfiles de profesionales.

Por lo tanto nos queda la prevención. Evitar la exposición a los alérgenos en la medida de lo posible, utilizando mascarillas, filtros de aire y manteniendo la casa limpia.


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