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“Y ustedes se preguntan por qué no hay médicos”

Un artículo de Miguel Lázaro

Imagen de un médico.
Imagen de un médico.
(Foto: Pixabay)

No me resisto a transcribir un artículo muy pertinente y de gran lucidez, de la carencia de médicos en nuestra nación, motivada en parte por la desidia, la inacción y el maltrato laboral, que las administraciones sanitarias y la mediocre secta gerencial, han perpetrado sobre el colectivo médico y por ende sobre los pacientes.

Nunca tan pocos hicieron tanto daño a tantos.

Las realiza un prestigioso médico que lidera el potente Sindicato Médico Valenciano, el Dr. Alejandro Calvente, junto a su secretario general el Dr. Víctor Pedrera que junto con su equipo han dinamizado y revolucionado sindicalmente a los colegas de la sanidad pública valenciana.

Evidentemente esta visión es compartida mayoritariamente por todo el sindicalismo médico.

Ahí va, merece la pena leerlo hasta el final, ya que es muy clarificador.

“Y ustedes se preguntan por qué no hay médicos?… ¿por qué se van los médicos de España?… y no paran de elucubrar… pues bien nosotros hace ya mucho tiempo que lo tenemos claro y que intentamos explicárselo, porque si ustedes, señores políticos y también queridos pacientes, no entienden cuál es el problema de verdad, va a ser imposible que se llegue a una solución y todo el maravilloso sistema de salud que teníamos va a seguir perdiendo calidad y va a quedar en un mero escombro de lo que tuvimos alguna vez. Ya está pasando hace tiempo.

Y esto es bastante más grave de lo que parece porque la mayoría de los médicos luchan porque ese sistema que tuvimos alguna vez, se mantenga, con su esfuerzo y sufrimiento personal, que no se ve recompensado, con horas dedicadas en exceso a su trabajo que no se les devuelven, con horas dedicadas al mantenimiento de un alto nivel científico que nadie les da y que roban de su tiempo libre, de su familia, de sus hobbies, de su deporte o de otras actividades que el resto de la gente hace tranquilamente cuando acaba de trabajar. Y ellos lo hacen en casa cuando llegan de su trabajo interminable.

Y también es mucho peor porque las soluciones que los insignes representantes de la población elegidos en las urnas se van planteando no van prácticamente nunca en la línea adecuada, sino justamente en la contraria; porque en lugar de mejorar las condiciones de los médicos pretenden esclavizarlos, hacerles trabajar más horas, dejarles descansar menos, obligarles a permanecer en determinados puestos o a desplazarse en áreas muy extensas para ejercer su labor, todo con la finalidad de cubrir un hueco que cada vez es más amplio y que por este camino no va a dejar de crecer. ¡El colmo de los colmos es que encima los políticos venden la imagen de que los médicos somos unos privilegiados! pues debe ser porque nacimos para morir en la cruz dentro de nuestra cultura católica, porque por otro motivo en este país desde luego no.

Los médicos españoles hace ya mucho tiempo que tienen una nota de corte para acceder a su formación universitaria muy, muy elevada; que se forman a través de un sistema de residencia al que se opta por una oposición muy dura (conocida como el MIR) y se accede a un puesto de médico interno residente en el que se cobran salarios lastimosos para una persona que ha cursado una carrera de seis años y ha aprobado una oposición, a costa de recibir una formación.

Y nuestros políticos están negociando, supuestamente, jugando, con ese sistema de formación y lo quieren trocear. Lo ponen en el expositor del mercado persa de sus intereses como moneda de cambio para conseguir determinados apoyos ladinos.

Pues bien, esta formación que requiere tanto esfuerzo por parte de esa persona, está muy reconocida a nivel mundial, en los países que nos rodean, en los países de Europa, de América del Norte, que valoran mucho tener médicos bien formados y no paran de ofrecer a los médicos españoles puestos de trabajo con una carga laboral definida, con una dignidad profesional como la que se merecen y con salarios que triplican o cuadruplican e incluso más el que percibirán en España si se quedan para desarrollar su vida laboral en su propia tierra.

Es una historia de migraciones, de pateras de médicos que abandonan una tierra tan encantadora como la que tenemos, con nuestro clima, nuestra gastronomía, nuestros bares, nuestros amigos y nuestras familias, para emigrar como hacían nuestros abuelos, pero en lugar de a la vendimia, a buscar un puesto de trabajo que aquí se les niega: porque aquí se les obliga a ser esclavos, a mal vivir, a dejar de lado a sus familias, a trabajar 80 o 90 o 100 horas a la semana, cosa que sería impensable en cualquier otro trabajo y todo por el bien común… Pero es que hoy en día estamos en Europa y hay libre circulación de personas y capitales y los médicos españoles fuera de aquí están muy bien valorados, mucho más que aquí, por desgracia y resulta que tenemos unas generaciones de médicos que además viven la globalización del mundo, dominan los idiomas porque los hemos formado para ello y después de haber pasado selecciones como las notas de corte más altas para poder entrar en las facultades de medicina, no dejan de ser personas avispadas y ven que su futuro no está aquí y se marchan y se seguirán marchando mientras estas condiciones no cambien…¿no lo entienden?

¿O es que sí, que lo entienden pero los médicos son moneda de cambio electoral para seguir ofreciendo una sanidad gratuita universal y low cost a costa de destrozarla?

Entiendan de una vez que no se puede exprimir más a los médicos porque han dado ya todo su jugo y ahora buscan sobrevivir y emigran: se van a sitios donde les tratan mejor. Y se quedarían aquí y volverían con solo conseguir puestos de trabajo estables, un salario acorde a su responsabilidad, un respeto que muchas veces se da por extinguido con el claro ejemplo de las agresiones, cada día más frecuentes…y unas condiciones de trabajo que les permitan volver a tratar a sus pacientes como siempre han querido y como se hacía en el pasado: con tiempo y con dedicación y no a destajo y en malas condiciones como se pretende y se impone hoy en día.

Y como medida brillante para solucionar la falta de médicos se plantean, por ejemplo, traspasar competencias profesionales exclusivas de los médicos a otras categorías, como la indicación o prescripción de determinado tipo de medicamentos, cosa que legalmente y a nivel formativo para un médico, necesita cumplir como mínimo con seis años de formación en la universidad…y el MIR. Y si no hace falta una formación como la que recibimos los médicos de 12 años, o más, es fácil: cerremos todas las facultades de medicina y hagamos todos un grado de cuatro años y un curso de indicación y prescripción, así tendremos más profesionales capacitados para cubrir esa sanidad.

Porque si ustedes dicen que con eso se puede atender a la población, manteniendo la doble moral de exigirle todos los requisitos del mundo a los médicos, incluida una recertificación y por otro lado, habilitando a otros profesionales para llevar a cabo tareas de los médicos, explíquenselo a los pacientes y a la población. Que en eso son especialistas, en el engaño y la artimaña política, diciéndoles que no hay ningún problema y así está todo solucionado.

Todo menos mejorar las condiciones de los médicos. Por ejemplo reconociendo que una formación de seis años obligatoria, que son 360 créditos, no es lo mismo, aunque también se le llame torticeramente grado, que el resto de los grados, que son 240 exactamente. Los médicos se tienen que formar dos años más y eso equivale a un 50% más de créditos formativos, solo en la formación universitaria… y después la exigencia del MIR y una especialidad para poder trabajar en el sistema sanitario público y después a la p…. calle a buscar un puesto de empleo que normalmente es inestable y sería ilegal en la empresa privada. Pero ustedes ahí lo tienen, haciendo las cosas fáciles para que se marchen y difíciles para que estén aquí y se vuelvan…esos los médicos que formamos y se han ido fuera exiliados en pateras médicas…y que no tenemos. El mantra de “no hay médicos” lo han generado ustedes y no son capaces de ver la solución. De verdad… ¿ustedes defienden el sistema sanitario público como dicen o lo están destrozando en su beneficio?

¿No lo ven? ¿Lo entienden? ¿O les hacemos un esquema?

Por lo menos no empeoren las condiciones, que ya estamos cansados de ver desfilar políticos de uno y otro color, que en beneficio propio y con una miopía infinita, toman medidas supuestamente para mejorar el sistema y que cada vez empeoran más las condiciones de trabajo de los médicos y de manera inmediata e íntimamente ligada, siguen destruyendo nuestro sistema sanitario”

Cómo han podido leer, son reflexiones críticas, duras, tristes, demoledoras que rebosan lucidez, indignación y veracidad.

Este artículo nos provoca y nos convoca a luchar médicos y pacientes por un sistema publico de calidad y de equidad.

¿Señores políticos, para cuando destinar 10.000 millones de euros de los fondos europeos a dar solvencia a la sanidad publica y cuidar a los 160.000 médicos que trabajan en ella?.

Esta lucha no la podemos perder.

Ya saben en derrota transitoria pero nunca en doma.


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