Escribo este articulo el día 14 de Abril aniversario de la Segunda República.
Creo que ha sido el intento intelectual más honesto y digo bien, intelectual, por sacar de la oscuridad y de la ignorancia, a la sociedad compartida que llamamos España, en toda su historia. El fanatismo y la ignorancia se llevaron por delante a la sabiduría, y la belleza.
Digo Intelectual porque los grandes intelectuales de la generación del 98, 12 y 27, casi unánimente apoyaron la llegada de la República.
Esto no sirvió. La política, desde hace tiempo en este país, no sigue la trazada de los intelectuales y los intelectuales metidos a políticos no aguantan, se los fumigan los políticos profesionales y no pueden respirar.
En aquel periodo entre 1.931 y 1.939 de supervivencia de la Segunda República, el mundo estaba convulso y nada interesado en que España consolidase una democracia al modo de las democracias occidentales, como la inglesa, o la francesa. Los grandes defensores de la República hoy fueron a nivel de siglas y de personas los que mas dificultades reales pusieron para su supervivencia.
Se mezclaron muchos procesos. El proceso revolucionario , encabezado por el PSOE, con tres alas. La más revolucionaria la de Largo Caballero, hacia la dictadura del proletariado, mal entendido y en contra de las tesis filosóficas de Marx; la consecuencia fue la revolución de 1.934 y la primera intervención del Ejército leal a la república.
La fuerte corriente anarquista que era contradictoria a la democracia estatal y pretendía precisamente lo contrario, la colectivización, la atomización la supresión del estado. Los nacionalismos vsco y catalán, el uno con su propio ejército y haciendo su política al margen de la República, un auténtico fracaso lesivo para la Republica que propició la caída de Asturias, a pesar de la ayuda que recibieron los gudaris de los asturianos para la defensa de Bilbao, y el segundo con la idea de la República de Cataluña dentro de la Federación de Repúblicas Ibéricas. En Cataluña y en el resto de España se mezclaron las emergencias del Partico Comunista estalinista, y la presencia en Cataluña del partido Obrero de Unificación Marxista, de base trotskista. A su vez todos estos en guerras entre ellos. De ésta forma con un proceso revolucionario en marcha dentro de una democracia liberal de centro, la republica no pudo crecer.
Azaña creo que fue el único intelectual que llegó a tener una fusión de la política y del pensamiento, y sufrió enormemente como el resto de intelectuales con la Guerra Civil, y el derrumbe republicano.
El 18 de Julio de 1.938 meses antes del fin, ya era consciente de la situación y como Presidente de la República se dirigió a todos, desde el Ayuntamiento de Barcelona con el discurso llamado de la “paz, piedad, perdón” o de las tres “P”. Invito a quienes me leen a que busquen por internet las grabaciones que se conservan y que se han reconstruido de sus palabras y que lo escuchen, porque es un discurso hablado , no hecho, desde el corazón dolorido del Presidente de la República. En estos tiempos de memoria democrática no se escucha ni se recuerda este discurso y creo que es uno de los más geniales del siglo XX.
No fue posible una Tercera Republica después de la muerte de Franco, realmente nadie llego a plantearla. Estaba nombrado un Rey, con el aval de D. Juan de Borbón y esto le daba la marca de demócrata. No D. Juan Carlos, sino D. Juan eran la restauración. Lo consiguieron, y en los trabajos de redacción de la Constitución existió criterio unido de reubicar la monarquía como constitucional y como jefe de Estado sin gobierno.
Después fue el 23 F, nunca aclarado suficientemente para mí. ¿Cómo dos generales monárquicos y próximos al Rey se van a poner al frente de un golpe de estado sin que su jefe, el Capitán general de los ejércitos y Rey lo sepa y no se oponga?.
A la legitimidad paterna se unió la legitimidad de comunicación de salvador de la democracia. Años después resultó un auténtico caradura con muletas, pidiendo perdón por matar elefantes en África, junto con alguna fundación y algún lío jurídico en Londres, con el Rey renunciando a los derechos hereditarios que podría tener en esas fundaciones. Con estas y otras cosas le puso muy difícil a su hijo la continuación de la monarquía.
En este 14 de Abril del 2024, cuando escribo, aniversario de la Segunda República, El actual Rey hace su trabajo tanto de imagen como político, no gobierna pero manda mensajes, de forma estable, segura y limpia. No parece que mate ni una marmota en su día, y lleva una apariencia de vida aceptable por toda la sociedad en general.
El único partido republicano puro que queda, es Esquerra Republicana de Catalunya y está metido en su propio lio entre federalistas e independentistas, los partidos nacionalistas están como siempre, y los de Podemos, Sumar, etc., no se aclaran ni qué son ni qué ideología tienen ni qué quieren, y como dicen tantos disparates nadie les cree su hipotético republicanismo, semejante a los disparates que dice Vox, que ya no se sabe si son franquistas o demócratas o simplemente mamporreros. Pero son ya anécdota, lo mismo que lo son Sumar y Podemos.
No se vislumbra una Tercera Republica ni a día de hoy ni en el horizonte, y tampoco conviene con la actual política Kusthi, tan cercana a la mala política de la república, y tan alejada de la política de Azaña y a sus ideas.
Hasta que no entremos en una gran pacto nacional de permanencia territorial y de solidaridad general y la memoria democrática no reivindique el mensaje de la paz la piedad y el perdón, no habrá Tercera República, y mejor que no la haya para no desgraciarnos todos otra vez con las condiciones que tenemos.
Mientras llega, en este 14 de Abril….. ¡Viva la República¡ Que no necesito recordar porque nunca la he olvidado.
