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“Tela, telita, tela. Cuidado con el estigma”

Un artículo de Miguel Lázaro

"Está claro que los problemas psicosociales deben de ser abordados con recursos extra sanitarios y que debe de optimizarse la coordinación interministerial"
"Está claro que los problemas psicosociales deben de ser abordados con recursos extra sanitarios y que debe de optimizarse la coordinación interministerial"

Solo desde una imprudente irresponsabilidad se pueden entender los malentendidos sobre la salud mental, los trastornos mentales graves y los tratamientos psicofarmacológicos, que se pusieron en circulación en la presentación de otro chiringuito, la subsecretaría del Comisionado de Salud Mental como un desafío que pone en marcha el Ministerio con el fin de mover el foco a los condicionantes sociales, (les sugiero leer las declaraciones, en internet, para si poder opinar con más conocimiento).

Nadie discute hoy la etiología multifactorial de los trastornos mentales, en la que se incluyen los factores psicosociales y todos estamos de acuerdo en el abordaje psicosocial y multidisciplinar. Por otra parte, hay consenso en que el abordaje de algunos trastornos debe de evitarse ,la psicologización y la medicalización. Está claro que los problemas psicosociales deben de ser abordados con recursos extra sanitarios y que debe de optimizarse la coordinación interministerial.

Ahora bien, comparto totalmente las declaraciones de Celso Arango, director del Instituto de Psiquiatría y Salud Mental, jefe del departamento de Psiquiatría Infantil y Adolescente del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, ante las declaraciones de la citada presentación.

“¿Se imaginan a una ministra de Sanidad compartiendo que los fármacos que tiene aprobados su Ministerio matan y si no se toman se vive más, en contra de toda evidencia científica? Y digo en contra porque es exactamente al revés”, escribió Arango a través de sus redes sociales a la vez que lamentó que García “promueva datos falsos y contrarios a la evidencia y peor aún, el abandono del tratamiento”, algo que “es más que una negligencia”.

Solo desde la ignorancia trufada de ideología se pueden entender las perlas sobre la salud mental que se vertieron en la manifiestamente mejorable presentación.

Nadie duda (y menos los enfermos y sus familias), hoy del gran avance que supone los modernos psicofármacos en el abordaje terapéutico de los graves trastornos mentales y de la necesidad de una adecuada adherencia para recuperar a los pacientes y evitar recaídas y aumentar el estrés crónico que sufren las familias.

La Salut Mental es la obsesión de casi todos los políticos pero desgraciadamente y el movimiento se demuestra andando, a la hora de la verdad no se prioriza presupuestariamente o lo hacen de forma parcial y tardía. Mientras, nos faltan muchos profesionales, – psiquiatras, psicólogos clínicos, psicólogos en atención primaria, enfermeros, trabajadores sociales-, para poder asumir las necesidades de la Atención en Salut mental, tanto de adultos como en infantojuvenil,

Las largas listas de espera, – con graves consecuencias para los enfermos-, en salud mental son inasumibles, tras el aumento de la prevalencia de trastornos mentales y la inadecuación de los recursos (hay que aumentar las plazas de psiquiatras, psicólogos, enfermeros y trabajadores sociales) para evitar la tendencia a la cronicidad de muchos pacientes. No es soportable las listas de espera para psicoterapia y en las USM. Priorizar el nivel preventivo secundario es la forma más optima de des-estigmatizar al paciente, de disminuir su sufrimiento, evitar el suicidio y la cronicidad

Hay que optimizar y mejorar el diagnóstico precoz y el tratamiento adecuado. La estrategia más fértil para luchar contra la estigmatización de los enfermos mentales es que existan los suficientes recursos para dar respuesta a las necesidades actuales en Salud Mental, que son muchas y crecientes. No se puede hacer retórica con la salud mental.

Es decir las administraciones sanitarias estigmatizan a los enfermos, cuando su presupuesto para atenderlos es raquítico, contrata a cuentagotas a los profesionales y no prioriza en su acción de gobierno la salud mental. El estigma se operativiza a través de tres factores: los estereotipos, los pre-juicios y la discriminación con la privación de derechos civiles: vivienda, trabajo. etc.

Finalmente, le sugiero a la ministra que convenza al presidente Sánchez, que en 2021 anunció un Plan de Acción 2021-2024 de Salud Mental dotado con 100 millones de euros (dividan los millones por la población española, durante 4 años y verán a cuanto toca), para que destine de los fondos europeos una cantidad de 500 millones de euros en esta legislatura. Todo para la Salud mental. Eso sí que es priorizar, de verdad, la salud mental y la dignidad de los enfermos mentales y sus familias.

Mientras sea consciente de que las palabras tienen un gran poder y pueden generar daños colaterales, – en este caso aumentar el estigma-, importantes. Además usted es la ministra y tiene un plus de responsabilidad.

La Salud Mental no necesita declaraciones ni comisionados, precisa y de forma urgente más medios y más recursos.

Ya saben en derrota transitoria pero nunca en doma.


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