Las pruebas piloto de compostaje con lana de oveja del proyecto de cooperación LLARETSS han terminado con éxito. En total, 11 pruebas en 8 explotaciones agrarias han demostrado cómo el compostaje con lana de oveja es un método útil para gestionar el excedente de lana producida en la isla.
La lana de oveja, que en Menorca había perdido su valor debido a la industrialización del sector textil y los elevados costes de procesado y transporte, ha encontrado una nueva utilidad gracias a un innovador proyecto de compostaje. Esta iniciativa, auspiciada en parte por Leader Illa de Menorca, ha proporcionado una solución sostenible y beneficiosa tanto para los ganaderos como para el medio ambiente.
En las pruebas participaron 8 explotaciones agrarias con rebaños que oscilaban entre 10 y 300 ovejas. Bajo el asesoramiento técnico de Sara Lechuga de ‘Fil de Bosc’, cada explotación adaptó las pruebas a su tipología y gestión particular. Utilizando los recursos propios de cada sitio y minimizando el trabajo adicional para los ganaderos, se llevó a cabo el compostaje con la combinación de lana, estiércol y restos vegetales.
Después de 5 meses, el resultado fue notable. Lo que comenzó como un montón de materiales diversos se transformó en un compuesto vivo y nutritivo. El tiempo de compostación varió según el manejo realizado, con factores como el número de volteos y la condición de los elementos vegetales influyendo en la rapidez del proceso. Sin embargo, en todos los casos, el método demostró ser eficaz para procesar la lana y convertirla en un recurso valioso para las explotaciones.
De las 8 fincas participantes, 7 ya han adoptado esta metodología de manera regular y han comenzado a procesar nuevas pilas de compost. Esto no solo resuelve el problema del excedente de lana, sino que también revitaliza su uso dentro del ciclo agrícola de la propia explotación, cerrando así el círculo de sostenibilidad.
Además, se han enviado muestras del compost resultante al laboratorio para analizar sus propiedades, cuyos resultados se presentarán en un informe final en los próximos meses. Estos análisis permitirán validar científicamente las ventajas del compostaje con lana y podrían abrir la puerta a su implementación a mayor escala.
El proyecto LLARETSS, en colaboración con Mallorca Rural y financiado con fondos FEADER en el marco del Programa de Desarrollo Rural de las Islas Baleares, ha demostrado ser una solución innovadora y efectiva para un problema que parecía no tener salida. Con la colaboración del Consell Insular de Menorca, esta iniciativa no solo ha dado valor a un subproducto agrícola que se consideraba un desecho, sino que también ha contribuido a una gestión más sostenible y ecológica de los recursos en la isla.
La experiencia de estas explotaciones agrarias de Menorca puede servir de modelo para otras regiones con situaciones similares, mostrando que con creatividad y cooperación, es posible transformar problemas en oportunidades y residuos en recursos. Este proyecto no solo beneficia a los ganaderos y al medio ambiente, sino que también fortalece la economía local y promueve prácticas agrícolas sostenibles.
En resumen, la lana de oveja en Menorca ha encontrado una nueva vida gracias al compostaje, demostrando que, con las estrategias adecuadas, los recursos naturales pueden tener múltiples aplicaciones, incluso en contextos cambiantes y desafiantes. Este proyecto ha revitalizado el valor de la lana, convirtiéndola de un desecho sin valor en un recurso agrícola útil y sostenible.
