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¿Cuántas tazas de café se sirven en un solo día en Menorca?

Nos acercamos a conocer una bebida universal con sus pros y sus contras

Póngame un café, por favor
Póngame un café, por favor
Foto: Pixabay

Hay quien asegura que no podría vivir sin el café. Sin duda es un hábito de mucha gente. Pero no a todo el mundo le sienta igual. Nos hemos planteado si se podría calcular la cantidad de café que se tomarán hoy en la isla y, sin duda, es tarea imposible. Por rutinario, no todo el mundo toma la misma cantidad de cafés a diario. En Menorca se preparan muchas más cafeteras cuando vienen los turistas, que también preparan café. En fin, que es imposible tener este dato. Pero otros datos sí los podemos conocer.

Tomar una taza de café es una costumbre diaria para muchos menorquines. Ya sea en la comodidad del hogar, en la oficina o en una acogedora cafetería, el café se ha convertido en un elemento esencial de nuestra rutina diaria. Más allá de su sabor y aroma inconfundibles, el café tiene una serie de beneficios y riesgos que vale la pena conocer para disfrutar plenamente de esta bebida tan popular.

Empezaremos destacando lo bueno. Quien se lo toma solo le reconforta ese momento de encontrarse a sí mismo y quien lo toma acompañado disfruta del ejercicio de socializar con otros consumidores.

El consumo de café no es solo una cuestión de paladar; sus beneficios para la salud están ampliamente documentados. Estudios han demostrado que el consumo moderado de café, entre tres y cuatro tazas al día, puede ofrecer una serie de ventajas para el organismo. Seamos cautos, hablamos de tazas pero entendiendo que no son de café concentrado.

La cafeína, uno de los componentes principales del café, actúa como un termogénico. Esto significa que puede estimular la lipólisis, el proceso metabólico mediante el cual el cuerpo utiliza las reservas de grasa como combustible. En combinación con una dieta equilibrada y ejercicio regular, el café puede ayudar a acelerar la pérdida de peso.

Pero es que, además, es un protector del hígado y es un aliado del corazón. El consumo regular de café se ha asociado con la protección contra varias enfermedades crónicas y degenerativas, como el Alzheimer, el Parkinson y la diabetes tipo 2. Además, el café tiene propiedades hepatoprotectoras, ayudando a prevenir condiciones como el hígado graso y la cirrosis. En términos de salud cardiovascular, el consumo habitual de café puede contribuir a reducir el riesgo de accidentes cerebrovasculares.

El café es una rica fuente de varios minerales y vitaminas esenciales para el buen funcionamiento del cuerpo. Contiene potasio, crucial para la función celular y muscular, y magnesio, que regula los niveles de azúcar en la sangre.

También aporta manganeso, que combate la osteoporosis, y varias vitaminas del grupo B, que son esenciales para la producción de glóbulos rojos y el control del colesterol.

Hay estudios de todo tipo. El café también ha mostrado potencial para reducir el riesgo de cáncer de hígado y colorrectal, dos de los tipos de cáncer más comunes y mortales. Además, su alto contenido en antioxidantes ayuda a combatir los radicales libres, retrasando el envejecimiento y reduciendo el riesgo de diversas enfermedades.

El café que toman los trabajadores en el sector turístico de la isla o los estudiantes que preparan sus exámenes no es casualidad. La cafeína puede aumentar los niveles de adrenalina en la sangre, mejorando el rendimiento físico hasta en un 11%. También potencia la concentración y la agilidad mental, manteniendo la mente más clara y rápida.

Si llegados a este punto te has servido otro café, lo entendemos. Pero ya te advertimos unas líneas antes de que también te hablaríamos de los perjuicios del café.

A pesar de sus numerosos beneficios, el consumo excesivo de café puede tener efectos adversos. Es crucial moderar su ingesta para evitar problemas de salud.
La cafeína puede provocar adicción. Un consumo excesivo puede hacer que el cuerpo dependa de ella para funcionar correctamente, lo que puede llevar a síntomas de abstinencia como fatiga y cambios de humor cuando se deja de consumir. Del uso al abuso hay una línea muy fina. Antes poníamos de ejemplo a esas personas que trabajan de cara al turismo en Menorca y que se les acelera el ritmo de vida, saliendo del letargo del tranquilo invierno de la isla. Seguro que toman más cafés que cuando es invierno, sobre todo si esperan conseguir energía de la cafeína.

Consumir grandes cantidades de café puede causar palpitaciones, temblores en las manos e incluso ataques de pánico debido a la elevada ingesta de cafeína.
El café no es un buen amigo en verano. La cafeína es un diurético potente, lo que significa que puede aumentar la producción de orina y llevar a la deshidratación si no se equilibra con una adecuada ingesta de agua.

Beber café en la tarde o noche puede interferir con los patrones de sueño, provocando insomnio. Es recomendable limitar su consumo a las horas de la mañana o primeras horas de la tarde.
El café puede provocar problemas digestivos como náuseas, ardores y diarrea, especialmente en personas con condiciones gastrointestinales preexistentes.

Es cierto que antes dijimos que puede ayudar a quemar grasas pero no es menos cierto que el café puede contribuir al aumento de peso si se consume con aditivos ricos en calorías como azúcar, leche o cremas. Optar por café sin aditivos puede ayudar a evitar este problema.

Quizás esa segunda taza que te serviste antes, ahora no te la quieres acabar.
El café, una de las bebidas más consumidas en el mundo, ofrece una serie de beneficios significativos para la salud cuando se consume con moderación. Sin embargo, es importante ser consciente de los posibles riesgos asociados con su consumo excesivo.

Disfrutar de una buena taza de café de forma equilibrada puede ser una excelente manera de aprovechar todas sus ventajas sin sufrir sus efectos negativos.


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