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La increíble historia de la menorquina Rosa Vila

Una mujer que atravesó medio mundo en el siglo XIX enfrentando desventuras que la llevaron desde Menorca hasta los rincones más remotos del Imperio Británico

El barco 'Lord Raglan' en el que viajó hasta Honk Kong
El barco 'Lord Raglan' en el que viajó hasta Honk Kong
Foto: Iberinfo Buenos Aires

Si no se hubiera realizado un exhaustivo trabajo de investigación por parte del traductor Brian Porro, probablemente en Menorca nadie sabría hoy de la existencia de este personaje. La vida de Rosa Dominga Vila es un relato extraordinario de resiliencia y fortaleza. Nacida en Gibraltar el 27 de mayo de 1838, hija de emigrantes menorquines, Rosa vivió una existencia marcada por desafíos y aventuras que la llevaron a recorrer medio mundo durante el siglo XIX. Su historia, recientemente rescatada por el traductor Brian Porro en el Gibraltar Chronicle, es un testimonio de la tenacidad frente a la adversidad.

De Gibraltar a Hong Kong: Una vida de desplazamientos

Rosa Vila tenía solo 19 años cuando conoció a James Keating, un sargento irlandés que había llegado a Gibraltar en 1857 tras participar en la guerra de Crimea. La pareja se casó al año siguiente, y en julio de 1858 se embarcaron rumbo a Hong Kong en medio de las Guerras del Opio. A bordo del velero Lord Raglan, Rosa vivió una travesía épica que incluyó escalas en Cabo Verde, Tristan da Cunha y Ciudad del Cabo, antes de llegar finalmente a Hong Kong.

En Hong Kong, el destino no fue amable con James, quien enfermó gravemente y tuvo que ser repatriado junto a Rosa. Durante el viaje de regreso, Rosa dio a luz a su primer hijo, William, en alta mar. Al llegar a Inglaterra, la familia se estableció en Manchester y luego en Colchester, donde Rosa tuvo dos hijos más, James y Arthur. Sin embargo, la tragedia golpeó cuando James Keating murió en 1864, dejando a Rosa viuda con tres hijos pequeños.

Un regreso a Gibraltar marcado por la pérdida

Con la ayuda de una pensión militar, Rosa regresó a Gibraltar en 1864, solo para descubrir que su madre había fallecido mientras ella estaba en Hong Kong. A pesar de la tristeza, se reencontró con su padre y sus ocho hermanos. Dos años después, encontró un nuevo compañero de vida en John Neish, un veterano escocés de la Guerra de Crimea. La pareja se casó en la Iglesia de Escocia en Gibraltar y tuvo seis hijos más.

Una vida de pérdidas y perseverancia

A lo largo de su vida, Rosa Vila soportó la pérdida de varios de sus hijos, comenzando por William, que falleció en 1914, y seguido por James y Arthur, quienes también murieron antes que ella. La tuberculosis se llevó a su hija menor, Lucy, en 1907, y en 1910, Rosa perdió a su segundo esposo, John Neish. Pese a todas estas tragedias, Rosa continuó cuidando al resto de sus hijos hasta su fallecimiento el 17 de diciembre de 1917 en Gibraltar.

Su legado, anclado en Gibraltar, Menorca y más allá, sigue vivo a través de sus descendientes y de los relatos que continúan contando su extraordinaria historia.


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