El pasado jueves, el Ateneo de Maó fue el escenario donde Ángeles Durán, presidenta de la Asociación de Periodistas de Baleares, ofreció una conferencia que dejó en el aire una preocupación latente: el futuro del periodismo. Durán, con una extensa trayectoria en el mundo de la comunicación, no dudó en advertir que la profesión está enfrentando una de sus etapas más complejas, marcada por la proliferación de desinformación y la crisis de confianza en los medios tradicionales.
Antes de la conferencia, Durán fue entrevistada por Radio Menorca, donde reveló un hecho que alarmó a los oyentes: para preparar su charla, dedicó varias horas navegando por internet y se encontró con un panorama desolador. Según relató, la tarea de encontrar información clara, veraz y fiable se ha vuelto cada vez más difícil. “El acceso a la información nunca había sido tan sencillo, pero, paradójicamente, nunca había sido tan complicado filtrar lo que es cierto de lo que no lo es”, comentó.
Durán puso el acento en la responsabilidad de los periodistas, cuya labor consiste precisamente en contrastar la información y ofrecerla al público de manera rigurosa. Sin embargo, hizo hincapié en que el lector medio, en su día a día, no debería tener que preocuparse de realizar ese filtro por sí mismo. En teoría, al confiar en un medio de comunicación o en un periodista concreto, el lector espera recibir información veraz y objetiva. Pero en la práctica, esta confianza se ve amenazada por la cantidad de voces y plataformas que se han multiplicado con la llegada de internet.
En su intervención en Maó, Durán subrayó que hoy en día no siempre es fácil distinguir entre quienes informan y quienes desinforman. Las redes sociales y los nuevos medios digitales han abierto una puerta a la pluralidad de voces, pero, al mismo tiempo, han permitido que los bulos, las noticias falsas y la manipulación circulen sin control. Por ello, lanzó una advertencia a los asistentes, incluida la audiencia menorquina: la necesidad de educarse para ser lectores críticos.
Dio a entender que es fundamental que el público aprenda a desconfiar de toda aquella información que no pueda contrastarse y a confiar más en los medios consagrados que en los nuevos, desconocidos o populistas. Durán también instó a comparar entre medios de diferentes líneas editoriales y a no dejarse llevar por el sensacionalismo que, en muchas ocasiones, utiliza el morbo para captar la atención.
Durán no fue optimista respecto al futuro del periodismo. Según ella, las nuevas herramientas tecnológicas, como la inteligencia artificial, aunque pueden ser útiles en algunos aspectos, también están jugando un papel clave en la difusión de desinformación. “La inteligencia artificial es un arma de doble filo: puede ayudar al periodista, pero también es el mejor aliado de quienes crean y distribuyen noticias falsas con intereses que poco tienen que ver con el ejercicio responsable del periodismo”, señaló.
La presidenta de la Asociación de Periodistas de Baleares cerró su conferencia con un mensaje claro: la confianza en los medios y en el periodismo está en juego, y todos, desde los periodistas hasta los lectores, deben asumir su parte de responsabilidad en la batalla contra la desinformación. Una advertencia que, sin duda, resuena en Menorca y más allá.