El Obispado de Menorca impulsa un nuevo Fondo Social para una Vivienda Digna con una aportación inicial de 100.000 euros para ayudar a las familias con dificultades económicas a pagar el alquiler de sus casas, así como a rehabilitar y aumentar las plazas de acogida de las viviendas sociales de acompañamiento temporal que gestiona Càritas.
El obispo Gerard Vilallonga ha presentado este lunes una iniciativa solidaria en la que anima a participar a las comunidades parroquiales y religiosas, además de a familias y empresas, para elevar la cantidad y poder ayudar a más gente.
La campaña da continuidad al fondo de solidaridad que ya llevó a cabo la Iglesia de Menorca en 2020 para ayudar a las familias que se quedaron sin trabajo o redujeron sus ingresos por el Covid.
Aquella iniciativa contó con una aportación inicial de 100.000 euros del Obispado y otros 150.000 euros recaudados a través de donaciones particulares y de empresas.
Gracias a ello, se gestionaron 554 ayudas y casi 230.000 euros en donaciones a más de 390 familias menorquinas, beneficiando en conjunto a 632 residentes.
Càritas, a través de la fundación Foessa, informa que la vivienda preocupa y afecta diariamente al 18 % de la población, convirtiéndose en la tercera mayor preocupación de la sociedad. EFE