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“Huelga para una sanidad pública universal”

Un artículo de Miguel Lázaro

Imagen de un médico.
Imagen de un médico.
(Foto: Pixabay)

¿Para qué? Para resolver la máxima vulnerabilidad de la sanidad pública , que está repercutiendo cada vez más, en los 48 millones de españoles: el grave déficit de médicos en la misma. Ese es su talón de Aquiles. Nadie puede comprender que con las facultades de medicina que hay en España y los 33.000 mires que se forman actualmente, faltan médicos en la sanidad pública.

No hay sanidad pública sin médicos (y eso lo saben los pacientes que sufren y padecen una accesibilidad cada vez más difícil, debido a las listas de des-esperación) ni hay una sanidad pública de calidad , ni de calidez ( deterioro de la humanización ) y con los estándares exigibles de seguridad sino no hay médicos que además no sufran burnout , que es el cáncer más depredador y que más aumenta entre el colectivo médico, sometido a unas condiciones laborales muy negativas , jornadas maratonianas , sobrecarga laboral y agravios retributivos crónicos que revelan un maltrato institucional de difícil comprensión , dado su protagonismo asistencial, su alto nivel de cualificación , su larga curva de aprendizaje , su formación acreditada continuada , su currículum formativo a lo largo de su trayectoria profesional y su máxima responsabilidad.

Y para muestra el precio que pagaron en la pandemia: 125 médicos muertos, en activo, por estar al lado del paciente sin equipos de protección oficial y muchos colegas con covid persistente, por el ADN vocacional, que tiene el médico y que alcanza su máxima expresión humanista en la relación médico paciente, ya descrita en el código de Hammurabi. Pusieron en riesgo su vida, y algunos la perdieron, por atender a sus pacientes.

Que pronto se les ha olvidado a los políticos el sacrificio y la responsabilidad que mostró el colectivo en aquellas dramáticas circunstancias. Los aplausos masivos y generalizados de los ciudadanos se han tornado lanzas por parte de la ministra Mónica García, médica, que en vez de reconocer nuestra singularidad en el anteproyecto de estatuto, persiste manteniendo los agravios, (4 años de guardias obligatorias no computan para facilitar la jubilación anticipada o parcial y se pagan menos que la hora ordinaria etc, recorte del 40% de la paga extra durante 15 años , etc) , una jornada laboral maratoniana, impide la conciliación con la vida familiar , no garantiza los descansos, realiza una reclasificación profesional no discriminatoria con respecto a otras categorías a pesar de su formación, no tiene vinculación presupuestaria , de forma que el sueldo base es de 1280 euros, desde que haces el “Mir” hasta cuando te jubilas , y resuelve las guardias de 24 horas .

La letanía es larga pero está claro que la ministra no conjuga la sanidad pública con mayúsculas y demuestra un aves más sus límites y sus competencias en la gestión sanitaria , tal como demuestra la pésima capacidad gestora en la sanidad pública de Ceuta y Melilla , a través de Ingesa , cuya consecuencia es que 160.000 españoles que viven en ambas ciudades españolas , sean desde el punto de vista sanitario, ciudadanos de tercera división, a pesar de la labor reivindicativa de los Sindicatos médicos.

Tras 23 años de un estatuto marco, obsoleto, que la secta gerencial ha utilizado para esclavizar al profesional ( recuerden el 40% de la temporalidad y de contratos fraudulentos, ) que le ha permitido un trato abusivo en las condiciones laborales y retributivas del colectivo médico , Europa condiciona el desembolso de fondos Next Generation , al cumplimiento del componente 18 ,- renovación y ampliación de las capacidades del Sistema nacional de Salud-, dentro de los planes de Recuperación, Transformación y Resiliencia , cuyo hito es la actualización del Estatuto Marco.

Esta tarea le viene grande a la Ministra, porque este bodrio de anteproyecto no cumple para nada el plan de recuperación (seis objetivos) , simplemente es una lavado de cara y demuestra una vez más que la ministra hace surf sanitario y perdemos una oportunidad histórica, cuyas víctimas son los 177.000 médicos , contando residentes y sobre todo los 48 millones de españoles. Este Anteproyecto no permite captar, fidelizar ni cuidar la salud laboral del médico con lo cual no va a disminuir la migración de los médicos ni va a favorecer la operación retorno.

¿Por qué no introducen un límite máximo de 35 horas y siguen manteniendo el límite en 48 horas, muchas veces superada hasta 60-80 horas por déficit de profesionales? Aquí hay que matizar que en España el límite máximo habitual es de 40 horas, – ahora en revisión-, la directiva europea establece un límite de 48 horas ligada a descansos y protección para el trabajo de turnos y nocturno. Que no sea ilegal, no quiere decir que no sea inhumano. Y por cierto este límite ya estaba en el Estatuto marco del 2033. Este anteproyecto no avanza nada.

¿Por qué siguen perjudicando a los residentes, tema incompatibilidades, aunque hayan suavizado la cuestión por las presiones que ha ejercido la CESM y el SMA? Es vergonzoso reprochar a los residentes que los presupuestos sufragan el periodo de formación, como si todavía debieran algo al sistema después de explotarlos, durante 4-5 años a base de 48 horas por semana, 4 y 5 guardias al mes y sueldos de miseria. ¿Por qué no se ocupan de fidelizarlos para que no decidan emigrar?

Sobran argumentos para que el colectivo medio tenga una regulación específica, como tienen otros sectores (aviación civil, transporte transfronterizo, estibadores, o los propios residentes, por las condiciones de ejercicio de su profesión, por su especialidad y responsabilidad.

Queremos un estatuto médico propio. De la Champions. Por eso además de las movilizaciones hemos convocado una huelga. Queremos que las condiciones laborales sean negociadas por los médicos, en otro espacio y contexto negociador, diferente al actual.

Por cierto, ¿cuál es el posicionamiento de Sánchez en esta cuestión? Debería pronunciarse, porque es el tema de máxima y capital trascendencia. Hablamos de sanidad pública, que para que sea universal y tenga los estándares de calidad y seguridad que merecen los 48 millones de españoles, precisa, de forma imprescindible que hay los médicos suficientes en la sanidad pública.

No solo es cuestión de los derechos de los médicos ,- los que estamos y los que vendrán-, hay 45.000 estudiantes de medicina , nos jugamos el eje del estado de bienestar y eso compete de forma clara al Gobierno.

La pelota está en el tejado de la ministra y del Gobierno central. Somos un colectivo al que la huelga médica le genera fuertes anticuerpos, nuestra convocatoria la hacemos para generar un nuevo tipo de negociación en la que se plantee como prioritario un Estatuto propio.

Conseguirlo y luchar por ello , es clave para la sanidad pública.

En derrota transitoria pero nunca en doma.


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