El invierno astronómico en Menorca comenzará el próximo domingo 21 de diciembre, y según los pronósticos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), la llegada de esta nueva estación traerá consigo un cambio significativo en las condiciones meteorológicas. La isla experimentará un ambiente plenamente invernal, con lluvias y una bajada de las temperaturas.
Rubén del Campo, portavoz de la Aemet, ha indicado que este fin de semana se prevé un descenso notable de las temperaturas, especialmente durante las primeras horas del lunes 22 de diciembre, cuando se espera que los termómetros caigan por debajo de los 10 grados en muchas zonas de Menorca. Además, las lluvias estarán presentes a lo largo de la semana, con una inestabilidad atmosférica propia de la llegada del invierno.
Lluvias y frío marcan el inicio de la estación
La Aemet ha señalado que este cambio de tiempo no solo traerá bajas temperaturas, sino también un aumento de las precipitaciones, que serán más intensas en el norte de la isla. Aunque el descenso no será abrupto, se prevé que las jornadas frías se sucedan a lo largo de la próxima semana, lo que marcará un claro contraste con las temperaturas más suaves de los días anteriores.
El viento también tendrá un papel protagonista en el inicio del invierno, especialmente durante los primeros días de la próxima semana, con rachas que podrían superar los 60 km/h en algunas zonas del litoral menorquín.
Consejos para la llegada del invierno
La llegada de estas condiciones meteorológicas trae consigo la necesidad de prepararse para un cambio de ritmo, con temperaturas frescas y cielos nublados. Desde la Aemet se recomienda a los residentes y turistas de Menorca que estén atentos a las alertas por posibles lluvias y viento fuerte. Además, se aconseja tener precaución en las zonas marítimas debido a la posibilidad de marejada y fuerte oleaje.
Un invierno característico de la isla
La llegada del invierno no solo trae consigo el descenso de las temperaturas, sino también un cambio en la rutina diaria de Menorca. Las actividades al aire libre y las visitas turísticas empiezan a decaer, pero la isla cobra otro encanto con su paisaje más verde, los cielos grises y el aire fresco. Los que permanezcan en la isla podrán disfrutar de un ambiente más íntimo, perfecto para los que busquen desconectar y experimentar el invierno menorquín.
