Esta semana se ha sabido que Vicky Archer, la niña que adquirió una extraña enfermedad tras unas vacaciones en Menorca en agosto de 2016, podría no recuperarse nunca, después de que fuese ingresada de nuevo el 9 de Enero de este año en el hospital de Bristol tras sufrir un deterioro cognitivo considerable que no le permite entender palabras ni reconocer a su propia madre.
Tal como anunciaba ayer el periódico local de Gloucestershire ( localidad natal de la niña) The Gazette , Vicky volvió a ser readmitida en el hospital de Bristol tras experimentar dificultades en comprender y responder a preguntas. La niña que ha estado saliendo y entrando del hospital desde que contrajo la extraña enfermedad había mejorado en algunos de sus síntomas lo que le permitía asistir a la escuela de Brimsham a tiempo parcial hasta que recayó a comienzos de este año.
El diario local se hace eco de la desesperación de su madre Alison Archer que clama para un diagnostico fiable ya que por ahora las dos principales hipótesis de los médicos que la tratan son o una condición inflamatoria del sistema nervioso o una enfermedad de origen vírico. Pese a estas dos hipótesis todavía no han logrado dar con un diagnostico definitivo e incluso han llegado a afirmar que la niña podría no recuperarse nunca.
La hipótesis vírica cobró fuerza en Marzo de 2017 tras salir a la luz una información del Dailymail en el que se daba constancia de otro caso muy similar en un niño de dos años oriundo de Yorkshire.
El nuevo caso presentaba síntomas como erupciones cutáneas por todo el cuerpo que aparecían cada ciertas semanas, dolor, dificultad para comer y dificultades en el habla y en la comprensión. Este niño lleva una año en tratamiento pero los antivirales que se le han ido administrado, han fallado.
Las autoridades del sistema sanitario británico NHS han admitido no tener un diagnostico sobre el caso del niño de Yorkshire, incluso afirmaron que “el caso se esta llevando de manera especialmente confidencial.”
Los medios de información británicos relacionaron enseguida los dos casos, pero de momento la investigación medica no ha logrado frutos.
Vicky Archer adquirió la misteriosa enfermedad tras pasar unas vacaciones en Menorca en 2016 y la familia relacionó la enfermedad primero con la supuesta picadura de un mosquito en la isla y luego con un derrame de hidrocarburos en una playa de la isla en la que la niña se había bañado. Está ultima hipótesis todavía se estudia desde Reino Unido.
De momento la familia Archer esta pendiente de que se autorice el traslado de la niña esta semana al Great Ormond Street Hospital.
hgalmes.