El servicio es relativamente nuevo pero le cuesta despegar. La voluntad de los profesionales que arrancan una sonrisa a los pacientes sería la de ir más días, y no solo los martes. Con lo grande que es el hospital, no les bastan cuatro horas para llevar las sonrisas a tantos pacientes.
Sonrisa Médica es una asociación sin ánimo de lucro que lleva un cuarto de siglo haciendo una labor tan difícil como útil; hacer sonreir a los pacientes.
Según Jordi Pérez, uno de los payasos, cada paciente es un mundo, por su carácter y por su patología. Por eso trabajan codo a codo con los médicos y enfermeros. Aunque siempre se asocia la figura de un payaso con un niño, lo cierto es que el humor (el buen humor) no conoce edades.
Ahora están intentando animar a la gente para que aporte algún donativo a través de la web de la entidad y que les ayude a tener más presencia en el hospital.
Que busquen voluntarios, que si tanta falta hace…