Con el objetivo de reducir el riesgo de aparición de nuevas afecciones bucales relacionadas con los tratamientos
oncológicos y mejorar la calidad de vida de los pacientes el Área de Salud de Menorca ha puesto en marcha un nuevo programa, pionero en el conjunto de la red asistencial del Servicio de Salud, dirigido a la prevención de la salud bucodental de los pacientes con cáncer.
Se implantó a finales del año pasado gracias a la colaboración de los servicios de Oncología y de Cirugía Maxilofacial del Hospital Mateu Orfila y de los equipos de odontología y de higiene dental de la atención primaria.
El programa va dirigido a todos los pacientes oncológicos de Menorca, con visitas antes, durante y después de un tratamiento terapéutico o farmacológico, con el objetivo de evitar o minimizar las complicaciones orales que puedan aparecer y así mejorar la calidad de vida de estos enfermos. Se ha comprobado por medio de estudios científicos que sufren problemas bucodentales casi todos los pacientes tratados de un tumor maligno en la cabeza o en el cuello y en torno al 40 % de los que se han sometido a quimioterapia para tratar otros tipos de cáncer. De la misma forma, los pacientes que se someten a un tratamiento dental para resolver enfermedades periodontales y dentarias previas
muestran una reducción significativa de las complicaciones orales asociadas a la quimioterapia.
La xerostomía (sequedad de la boca), la micosis, la gingivitis, la aparición de llagas, el dolor y la sensibilidad dental son algunos de los efectos secundarios que puede producir la quimioterapia, mientras que la radioterapia puede provocar desde caries a complicaciones más importantes y graves en los huesos maxilofaciales o en los tejidos y los músculos de la cavidad bucal.
Los oncólogos son los responsables de hacer las derivaciones de los pacientes hacia los gabinetes odontológicos de los centros de salud Dalt Sant Joan (Maó), Es Banyer (Alaior) y Canal Salat (Ciutadella). Estos equipos se encargan de establecer el plan de prevención, determinar el diagnóstico, aplicar el tratamiento y hacer el seguimiento de cada usuario del programa en visitas que empiezan antes del tratamiento oncológico y que se prolongan con controles hasta dos años después de haber completado las sesiones de quimioterapia o radioterapia. Los odontólogos y los higienistas dentales también dan pautas a los pacientes para reforzar sus hábitos de higiene bucodental y controlar su dieta con el fin de prevenir complicaciones.